Deuda externa: embargo del futuro  Parte I (67 / Julio - Agosto 1983)
Nueva Sociedad 67 — Julio - Agosto 1983

Deuda externa: embargo del futuro
Parte I

El crecimiento más dinámico en la última década lamentablemente no fue en la producción industrial o agrícloa, ni en las exportaciones, ni mucho menos en el bienestar social de los países del Tercer Mundo. Lo que creció más rápido fue la deuda pública y privada para financiar el subdesarrollo. Con el tiempo los nuevos créditos sirvieron solo para refinanciar los ya vencidos.

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Cosechando tempestades. La deuda Argentina
Por
Mauricio Tenewicki

Referirse a la deuda externa que hoy mantienen los países subdesarrollados, supone reflexionar sobre la crisis del sistema capitalista en el orden mundial, el probable reacomodamiento de las relaciones políticas y económicas internacionales y sobre los inevitables cambios estructurales que han de producirse en aquellos países. Lo anterior presupone que la situación no debe ser examinada con miras de corto plazo. No cabe circunscribir la discusión alrededor de las tratativas cotidianas con el FMI o en torno de tal o cual instrumento de política financiera. Como se señaló en la VI Reunión de la UNCTAD, celebrada en Buenos Aires en abril de este año: \"La economía mundial está hoy a punto de entrar en la crisis más profunda desde la Gran Depresión. Desde 1980, dicha crisis ha adquirido nuevas dimensiones y dado todos los indicios de una depresión de alcances mundiales\". \"... La crisis no es ni coyuntural ni cíclica\". Aceptando estos conceptos básicos, en las líneas que siguen se considerará específicamente el endeudamiento externo de la República Argentina, que si bien reconoce analogías con el de otros Estados nacionales en desarrollo, exhibe particularidades propias. Para facilitar la exposición se destacarán algunas de las características de la situación internacional; se examinará cómo se contrajo el endeudamiento y se comentarán las propuestas que se sugieren para el ajuste de la deuda.

El costo político de la imprevisión. La deuda Venezolana
Por
Héctor Silva Michelena

A principios del mes de julio de 1983 hizo una breve visita a Venezuela una misión del Fondo Monetario Internacional, con el objeto de proseguir el estudio de la situación económica venezolana. La misión estaba compuesta por expertos técnicos y por negociadores políticos. Se trataba de hacerle frente a uno de los tres grandes problemas que, en el presente, vive la sociedad venezolana en su conjunto. El primero de ellos se refiere a la situación por la cual atraviesa Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA), el gran trust petrolero del Estado que, a través de sus operadoras, es el responsable de generar el 95% de las divisas que obtiene Venezuela, mediante sus exportaciones de petróleo crudo y derivados del más diverso tipo. El segundo gran problema lo constituyó la imperiosa necesidad en que se halla Venezuela de renegociar su cuantiosa deuda externa (de alrededor de 26 mil millones de dólares, de los cuales unos 16.300 millones de dólares ya se encuentran vencidos, habiéndose acordado una segunda moratoria, que concluye en septiembre de 1983). Trataremos aquí este problema desde un ángulo más político que financiero; es decir, no entraremos a discutir pormenores técnicos sino que nos dedicaremos más bien a llamar la atención sobre un aspecto poco destacado en los amplios debates públicos que en torno a este tema han tenido lugar. Más adelante expondremos lo que constituye nuestra hipótesis al respecto.

Democracia y política en América Latina