El FMI ¿Gerente de crisis para el tercer mundo?
Nueva Sociedad 67 / Julio - Agosto 1983
México, Brasil y Argentina ¡y pare usted de contar! Mientras los candidatos del colapso se llamaban Ghana, Zaire o Perú, las crisis de endeudamiento del Sur apenas se percibían en los países industrializados. Sólo desde que la dimensión de desarrollo de la deuda internacional se ha convertido en amenaza de derrumbe del sistema monetario y financiero internacional, tocan de rebato también en el Norte. El problema de la deuda ocupa también el primer plano del segundo informe Brandt publicado en 1983. En las décadas del 70 y 80, el Fondo Monetario Internacional ha desempeñado cada vez más el papel de gerente de crisis. Un número creciente de países en vías de desarrollo tuvo que acudir a esta institución para negociar programas de estabilización y solicitar créditos contingentes (\"stand-by\"), condición previa indispensable del restablecimiento de credibilidad en los círculos prestamistas internacionales. Incluso los deudores grandes como México y Brasil tuvieron que solicitar, en medida creciente, la \"ayuda\" o \"stand-by\" del FMI. Sin embargo, ellos tienen un triunfo importante en la mano: su deuda tiene que ser refinanciada de alguna manera por los prestamistas internacionales, lo cual es problema de éstos.