Durante doce años, el papado de Francisco se caracterizó por su apelación a la fraternidad y al cuidado de la «casa común», así como por su apuesta por el diálogo ecuménico y por sus planteos en favor de una economía al servicio de los más pobres. Sin dudas, el papa, que sufre ahora graves problemas de salud, dejó una huella y su papado una pregunta acerca del futuro de la Iglesia.