México continúa sumido en una espiral violenta. El gobierno de López Obrador, lejos de sus proclamas progresistas, mantiene una vieja política de los gobiernos de derecha: la militarización del país. Lisa Sánchez, directora de la organización México Unido contra la Delincuencia, plantea la necesidad de un programa progresista en materia de seguridad y lucha contra el narcotráfico. Además, asegura que el movimiento feminista y los colectivos indígenas son los únicos que encaran una verdadera lucha contra la militarización del país.