Chile frente a sí mismo. Los límites del fundamentalismo de mercado y las protestas estudiantiles
Nueva Sociedad 237 / Enero - Febrero 2012
El ciclo de manifestaciones abierto en Chile con las revueltas estudiantiles contribuyó a alentar un debate sobre el modelo de país construido en la posdictadura, el cual, pese a los indudables avances en varios terrenos, ha consolidado una profunda mercantilización de la vida social. Más allá de las demandas en materia de educación, derechos indígenas, medio ambiente o género, el carácter masivo de las protestas desarrolladas durante 2011 ha puesto al país frente a sí mismo, en un momento en el que el actual presidente ha profundizado la retórica promercado y gobierna como si fuera el director de «Chile sa», y los ciudadanos, meros usuarios y consumidores.
El ciclo de manifestaciones abierto en Chile con las revueltas estudiantiles contribuyó a alentar un debate sobre el modelo de país construido en la posdictadura, el cual, pese a los indudables avances en varios terrenos, ha consolidado una profunda mercantilización de la vida social. Más allá de las demandas en materia de educación, derechos indígenas, medio ambiente o género, el carácter masivo de las protestas desarrolladas durante 2011 ha puesto al país frente a sí mismo, en un momento en el que el actual presidente ha profundizado la retórica promercado y gobierna como si fuera el director de «Chile sa», y los ciudadanos, meros usuarios y consumidores.