La decisión de la social-democracia guatemalteca de regresar a la vida legal y participar en el próximo proceso electoral, ha dado nuevas fuerzas al modelo de transición y apertura propuesto por los militares, a pesar de las enormes contradicciones y del rechazo tajante de la izquierda, que sigue planteando que no hay tal apertura sino sólo una \"operación maquillaje\" de la dictadura militar. El máximo líder del Partido Socialista Democrático de Guatemala, Mario Solórzano, regresó del exilio y anunció la reincorporación del PSD a la vida política tras 6 años de clandestinidad. El político, abogado de 46 años, afirmó a su llegada a Guatemala que los socialistas \"contribuirán al éxito del actual proceso de apertura política del país\". \"El PSD - añadió Solórzano se incorpora plenamente a la vida política, para lo cual iniciaremos todos los trámites que señala la actual ley de organizaciones políticas\". \"Vamos a hacer una oposición política constructiva - agregó - ya que sin oposición no puede haber democratización\". Mario Solórzano Martínez había abandonado Guatemala hace seis años, luego del asesinato del fundador de PSD, Alberto Fuentes Mohr.

Cualquier examen que se haga del primer año de gobierno tiene que tomar como punto de partida la situación económico social existente al iniciarse el mandato, es decir, a principios de febrero de 1984. Un somero diagnóstico con base en los hechos más importantes es indispensable. Todos los gobiernos del régimen democrático han hecho referencia a la situación \"heredada\" del anterior en lo económico, fiscal y social, en parte para poner de relieve las limitaciones o restricciones del que se inicia y en parte para contrastar la propia gestión. El presidente Herrera Campíns se lamentó de la \"hipoteca\" dejada por su antecesor, Carlos Andrés Pérez, y del artificioso sobredimensionamiento de la economía. El presidente Lusinchi se quejó del exagerado aumento de la \"hipoteca\" y del subdimensionamiento (estancamiento y aun regresión) económico.

El maestro mexicano Leopoldo Zea casi no requería presentación. Doctor en Filosofía, ex director de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), su obra y su actuación educativa y cultural han sobrepasado los marcos de su tierra natal, y son bastamente conocidos no sólo en Hispanoamérica sino en Estados Unidos, Europa occidental y desde fechas recientes en países socialistas, uno de los cuales, la Unión Soviética, le acordó en 1984 el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad Lomonosov, de Moscú. Don Leopoldo Zea es autor, entre otros libros publicados indistintamente en México, España y Argentina, de América como conciencia, América en la historia, Filosofía de la historia americana y Discurso desde la imaginación y la barbarie. El año pasado fue designado doctor Honoris Causa de la Universidad de París y galardonado con la condecoración "Andrés Bello" de Venezuela, y la de "Alfonso X El Sabio" en España. La entrevista que sobre el tema de la juventud se reproduce a continuación la efectuó nuestro colaborador Gregorio Selser, profesor e investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

Mario Vargas Llosa Seix Barral, Venezuela, 1984, 346 pp. Dos focos iluminan la última novela de Mario Vargas Llosa: El sexto, de José María Arguedas, y La danza inmóvil, de Manuel Scorza. Testimonios y recursos de los dos maestros desaparecidos son rememorados, como comprobando el aserto de que el escritor es un maravilloso antropófago. Inspirándose en la vida de un personaje de la vida real, Jacinto Rentería, y en un acontecimiento como el primer levantamiento revolucionario de inspiración marxista en el Perú, Jauja, 1962, Vargas Llosa ofrece un patético panorama de una izquierda atomizada. Al mismo tiempo, presenta la devoción política y la homosexualidad de un militante, lo que le sirve para aventurarse en los meandros de un proyecto de cambio que no debiera marginar a quienes optan por una sexualidad no convencional (Daniel Guérin - mencionado por el autor - es uno de los que ha señalado que no puede haber cambio social ni liberación de la mujer mientras se intente poner cortapisas en lo sexual a los seres humanos). Con eficaz escalda de sugerencias, Vargas Llosa va ofreciendo pistas que develan el drama de un hombre atormentado, pero el climax deviene anécdota lastismera.

La emergencia de un conjunto de nuevos microestados en el área del Caribe oriental, a partir de mediados de la década del 70, plantea una serie de interrogantes acerca de su viabilidad económica y de su integración a nivel regional. En tal sentido, este artículo presenta un panorama de las economías de estos Estados, de sus relaciones en el seno de la CARICOM y de los antecedentes y surgimiento de la Organización de los Estados del Caribe Oriental (OECO). Posteriormente, luego de una caracterización general de los objetivos y del funcionamiento de esta organización, analiza brevemente la situación económica y política actual de sus Estados miembros, para pasar a considerar las particularidades del proceso revolucionario desarrollado en Granada entre 1979 y 1983, de sus efectos sobre la región, especialmente a raíz de la intervención norteamericana en octubre de 1983. Desde esta perspectiva, se consideran los logros económicos y políticos de la revolución granadina, su aislamiento regional y la militarización consecuente de los Estados vecinos, antes del desencadenamiento de la crisis de octubre de 1983. Finalmente, se analiza las secuelas económicas y políticas de esta crisis para el desarrollo ulterior de la CARICOM y de lo OECO.

La crisis de América Central no tiene una causa aislada que la origine, mas no puede subestimarse la importancia que tienen los factores económicos y su incidencia sobre las vulnerables economías de los países de la región. De la misma manera, no puede hablarse de crisis económica sin examinar el comportamiento de los productos tradicionales de exportación. Más de cien años después de su introducción "dominante" en la columna vertebral de las economías regionales, estos productos: café, banano, algodón, carne y azúcar, en ese orden, continúan significando alrededor del 60 por ciento de sus ingresos de exportación. Sobre ellos es inevitable volcarse, en primera instancia para buscar las causas de la enfermedad. Y no sin cierta sorpresa encontramos que el diagnóstico sólo coincide en un elemento: la caída de los ingresos de exportación. El contenido del presente artículo hace una revisión sistemática de la incidencia de los principales factores que podrían haber causado la baja de tales ingresos. Comúnmente son los bajos niveles de precios internacionales y el descenso de su demanda externa los argumentos técnicos mencionados en los organismos financieros internacionales para justificar a su vez la ayuda multilateral. La tendencia es, y ha sido, a confundirlos y expresarlos indiferentemente a través de un lenguaje propio de entendidos, donde cada factor goza de la misma ponderación y donde su simple exposición evita toda necesidad de profundizar en el análisis de la crisis buscando causas endógenas olvidadas y, quizás, de mayor importancia. Así, los resultados del presente análisis conducen a modificar ciertas creencias tradicionales sobre la crisis centroamericana.

Honduras padece una de las peores crisis de su historia, en lo político, lo económico y lo social. Convertida desde 1980 en el principal centro estratégico de la región centroamericana por parte de Estados Unidos para contrarrestar los avances revolucionarios en Nicaragua y El Salvador, se tiene que hoy día casi todas las decisiones para enfrentar los problemas socioeconómicos y políticos del pueblo hondureño, emanan directamente de la embajada norteamericana o desde los centros de poder de Washington, situación que ha contribuido a profundizar aún más la crisis general del país. En estas circunstancias, las políticas generales y económicas que se aplican para enfrentar los problemas del país se hacen coincidir con la estrategia política y económica que la administración Reagan tiene diseñada para Centroamérica. Precisamente, la política económica que está aplicando el Dr. Roberto Suazo Córdova en Honduras es inspiración del gobierno de Estados Unidos, la que está explicitada en el documento denominado Reaganomics para Honduras. Este documento fue planteado por el embajador de Estados Unidos en Honduras, John Dimitri Negroponte, a las autoridades electas, un día después de haberse celebrado elecciones en Honduras en noviembre de 1981.

El pasado 1° de octubre se cumplieron cinco años de la entrada en vigor de los Tratados del Canal de Panamá, negociados por el general Torrijos y el presidente Carter. Se ha enaltecido esta compleja y larga negociación como un precedente para el Tereer Mundo, el diálogo Norte/Sur y particularmente para Centroamérica y el proceso de Contadora, por todo lo que implicó acerca de la posibilidad de darle solución política a graves controversias entre un pequeño país subdesarrollado y una gran potencia. No obstante, aunque la situación general es hoy bastante mejor que hace un lustro, el problema dista de encontrarse solucionado. Las violaciones e incumplimientos que la actual administración norteamericana comete en la instrumentación y ejecución de los Tratados está ocasionando nuevas causas de conflicto, que se suman a las insatisfacciones que la fórmula negociada aún había dejado a los panameños. Por tanto, el tema todavía es inquietante para los latinoamericanos.

Este trabajo comprende cuatro temas, los dos primeros orientados a establecer el marco teórico del hecho folklórico danzario dentro de la cultura popular o folklórica y, por ende, dentro de la noción del hecho folklórico en general, así como a precisar algunos aspectos de su proceso de transculturación en América Latina. El tercer tema comprende un análisis del hecho folklórico, su naturaleza y características genéricas, más una referencia al hecho folklórico danzario como fenómeno específico. En el cuarto tema se mencionan tres ejemplos de hecho folklórico danzario en nuestra América, con el propósito de enfatizar su naturaleza mestiza. Finalmente, el cuarto tema sugiere la necesidad de adoptar una metodología científica - materialista y dialéctica para trazar políticas de rescate del hecho folklórico danzario en Latinoamérica y el Caribe.

Iniciamos esta sección reproduciendo un denso documento político del sector del MIR de Bolivia que lideriza Antonio Aranibar, que, como señalan sus autores, es una evaluación crítica y autocrítica de su movimiento, tendiente a la recuperación del proyecto histórico mirista. En futuras ediciones, esperamos dar a conocer los planteamientos teóricos e ideológico-políticos de los otros sectores en que se encuentra dividido el MIR boliviano, es decir, el MIR-Laboral y el que dirige Jaime Paz Zamora. Para cumplir con este propósito, les invitamos a participar en esta tribuna como una forma de contribuir con aportes enriquecedores al actual debate que vive actualmente el MIR, movimiento de vital importancia en el cuadro político boliviano.

Una de las características de la educación superior en América Latina, en las últimas décadas, ha sido su intenso y acelerado proceso de expansión. El autor, basándose en precisión es estadísticas y estudios al respecto, hace un penetrante análisis tendiente a determinar si dicha expansión ha significado realmente un proceso democratizador en el acceso de la juventud a la enseñanza universitaria. En este sentido también se señalan las transformaciones internas más significativas que se han operado en la estructura global del sistema educativo y que han contribuido a los cambios cuantitativos en este sector. Asimismo, el autor se detiene en el examen de las nuevas estrategias pedagógicas, enfatizando en la educación abierta y a distancia como alternativa para los sectores tradicionalmente excluidos de la enseñanza superior. Luego se analizan las perspectivas y problemas de la enseñanza superior, identificándolos en cada etapa de la trayectoria de un estudiante universitario: el acceso, el proceso de enseñanza-aprendizaje y, la obtención de un empleo en el momento del egreso. Finalmente, el autor reflexiona brevemente sobre los síntomas de reflujo y pérdida de capacidad protagónica por parte del movimiento estudiantil en la participación política.

Los jóvenes configuran en nuestros días las realidades sociales emergentes y son los protagonistas de la movilización social; sin embargo, su presencia junto con ser abrumadora es a la vez patética, por cuanto tienen un futuro incierto. Para el año 2000 habrá mil doscientos millones de jóvenes, de los cuales 950 millones vivirán en los países del Tercer Mundo. El autor nos conduce a una severa reflexión en torno al reto que plantea la atención en este período vital, de aspectos tales como el empleo, educación, salud, alimentación, paz, libertad, democracia y, en fin, de todas esas necesidades básicas, sin las cuales el hombre no puede vivir. Afirma el autor que la juventud, inconforme ante la injusticia, se erige hoy en fuerza constructora del desarrollo.

Dos generaciones juveniles fueron sacrificadas en la Argentina de la dictadura militar. La primera es la que integran los \"desaparecidos\", los exiliados y los que tuvieron que abandonar su militancia política para salvar la vida. La otra tiene como vanguardia a esos miles de adolescentes que fueron convocados a la \"guerra de las Malvinas\" Los primeros llegaron al sacrificio como consecuencia de un proceso de radicalización acelerado y masivo, sin precedentes en la historia argentina contemporánea. Los \"chicos de la guerra\", en cambio, fueron los típicos \"hijos del proceso\", jóvenes desinformados y deformados por el terror, que vivían en la total despolitización cuando fueron llevados a combatir el \"colonialismo\" y el \"imperialismo\" a las órdenes de un ejército que, hasta la víspera, adscribía fervorosamente al \"occidente cristiano\". Divididos por la edad, por la destrucción de la memoria colectiva que los militares perpetraron con éxito, los sobrevivientes tienden a encontrarse, a reconocerse, a vincular sus reivindicaciones con la lucha que viene librando, desde hace tantos años, la clase trabajadora argentina.

El presente trabajo alude a las diferencias que se configuran en la condición social del estudiante ante la masificación de las universidades y las crecientes dificultades de absorción por parte del mercado de trabajo. Así mismo, se aborda el pasaje del status de profesional independiente al de fuerza de trabajo crecientemente desvalorizada en las particulares condiciones del capitalismo independiente y la forma como repercute esta situación en la proyección del movimiento estudiantil. Se pasa revista a los proyectos dictatoriales que se sucedieron en el cono sur, a la represión a los movimientos estudiantiles y a la recomposición del espectro político que gravitó en el seno de éstos, hasta la situación actual de retroceso de los regímenes autoritarios y la confluencia de las propuestas del movimiento estudiantil con movimientos populares de masas, dejando atrás la segregación que caracterizó períodos anteriores.

Se tratan aquí algunas cuestiones generales, que en opinión del autor deben ser consideradas si se intenta incorporar activamente a los jóvenes latinoamericanos a la construcción de un orden que supere efectivamente las desgracias e injusticias que viven nuestros pueblos. El autor afirma que si no se estimula a la juventud para que juegue un rol propio como actor social, será imposible que ésta se involucre efectivamente en los procesos de democratización. Más que elaborar o precisar contenidos, la cuestión esencial que debe preocupar a quienes se interesan por los temas y problemas de los jóvenes es la de asegurarles a ellos un rol en la búsqueda de las soluciones que los comprometen, sea en la escuela, a nivel de la comunidad rural, en la universidad, sus lugares de habitación o recreo.

La sexualidad como privilegio de los jóvenes es un concepto falso, pues el sexo no tiene edad. Más bien, nos corresponde desmitificar la sexualidad de los jóvenes, para que sea entendida dentro de su realidad científica y, propiciando la información sexual desde la más temprana edad, poner fin a la represión sexual y hacer posible el modelamiento de una conducta sexual provechosa por el individuo y útil para la sociedad.

Hasta hoy, la respuesta que se le ha dado - tanto política como en la investigación social - al hecho de que la estructura etaria de la población venezolana arroba que 3/5 partes tienen 24 años o menos, ha estado vacía de toda noción más allá del mero concepto generacional, y se orienta por la necesidad de \"integrar\" y \"proteger\" a la juventud de \"males\" definidos a priori por el llamado mundo \"adulto\", como característicos de ella. Sin problematizar ni indagar la presencia o ausencia de una cultura político-social específica de la juventud y, por tanto, una manera particular de ella para vincularse al sistema político-social venezolano. En esta investigación, partiendo de un enfoque que denominamos problematizador, pretendemos establecer una denominación de juventud a partir de ella misma, acabando con esas concepciones interesadas en \"integrarla\" y \"formarla\", estableciendo como hipótesis de partida que: las condiciones que generan problemas en la juventud son las mismas que generan las tendencias generales de crisis social. El artículo presenta el marco teórico y la metodología a desarrollar, y las primeras hipótesis, producto de la reflexión teórica y el trabajo de campo realizado.

Durante 1983 y 1984, en medio de las protestas del pueblo chileno contra el régimen militar que cumplía ya diez años en el poder, un nuevo actor salta a la escena nacional: los jóvenes. Son ellos los que ocupan las calles y enfrentan a la policía, contradiciendo las apreciaciones previas de dirigentes y analistas que pronosticaban una nueva generación manipulada por la cultura dominante. Sin embargo, jóvenes combatientes y alineados, audaces y abúlicos, sensibles e individualistas, son, esencialmente, los mismos. Los hijos del régimen militar y sus contradicciones constituyen así una generación profundamente distinta a las que la precedieron, marcada por la irrupción de una juventud popular que no puede alcanzar el mundo adulto y de estudiantes envueltos en la vorágine de la modernización. Entender lo ocurrido con ellos constituye no sólo un caso de estudio acerca de los efectos del autoritarismo y el neoliberalismo económico sobre la sociedad, sino también un desafío para la democratización nacional.

El autor comenta brevemente cómo los lugares comunes se han adueñado del debate sobre los problemas de la juventud venezolana, convirtiéndolo en escenario de conclusiones simplistas y confusas. La juventud - afirma - si se la ubica convencionalmente por debajo de 30 años está expuesta a variables que, por igual, enfrenta el resto de la población, por lo tanto no se pueden aislar los programas reivindicativos de un sector de la población de los otros. De igual manera se refiere a la institucionalización de las acciones públicas en el campo de la juventud, señalando errores de óptica en las estrategias de esos organismos del Estado. Especial mención hace del Ministerio de la Juventud, el que a pesar de su vitalidad teórica ha sido víctima de la rutinización burocrática.

\"En la poesía, en cuanto a temas jamás habrá una jerarquía, tan licito es escribir sobre la dictadura como de una flor; la poesía no tiene ninguna responsabilidad política\". Esta especie de declaración de principios fue emitida por los muchachos que integran el Taller Urbano de Poesía de la Zona Oeste de Santiago. Antes de llegar a ella tuvieron un largo proceso creativo y de reflexión que los condujo a una convicción vital: \"La única opción política contingente siempre será la lucha por la libertad de creación\". Su propuesta intenta desnudar los prejuicios y normas que rigen la sociedad chilena actual y que, según ellos \"asesinan paulatinamente el poder de la imaginación, ya sea empleando la tecnología, las armas o la enseñanza\". Se preguntan: \"¿Qué le queda al pueblo ante esta desigual confrontación?\" Y responden: \"Luchar por personalizar su imaginación mandando a paseo los esquemitas doctrinarios dogmatizados por un sinnúmero de fanáticos que dicen ser \'la voz del pueblo\'. En ese instante, se producirá una verdadera y auténtica liberación, pues, para construir una sociedad más justa no sólo bastará saciar el estómago sino que habrá que desarrollar una imaginación desbordante\".

Al igual que el conjunto de países latinoamericanos, una de las características esenciales de la sociedad boliviana es su carácter altamente discriminatorio hacia los sectores mayoritarios del país, y dentro de éstos, los niños, los jóvenes y las mujeres son los más discriminados. Estos sectores sociales, pese a constituir la inmensa mayoría del país, han permanecido y permanecen al margen de una efectiva participación social y política y, en la mayor parte de los casos, no tienen acceso al uso elemental de bienes y servicios, indispensables para una digna vida ciudadana. Esta situación se hace más contradictoria en Bolivia, que por su población es un país joven, y que sin embargo, toda la estructura social, política y económica no toma en cuenta esta característica fundamental.