El sindicalismo hoy  retos e interrogantes (70 / Enero - Febrero 1984)
Nº 70 — Enero - Febrero 1984

El sindicalismo hoy
retos e interrogantes

Existe poca vinculación entre la teoría del sindicalismo y la práctica sindical. En esta edición intentamos cerrar un poco esa brecha, demostrar que es importante que el anáisis científico ponga al servicio de los trabajadores y sus dirigentes sus resultados y capacidades, y que la discusión de la problemática sindical salga del círculo cerrado de unos pocos cientistas sociales.

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De la concertación de los relojes atlánticos

Cumpliendo otro jalón de la aventura espiritual que fue el norte de su vida interrumpió su quehacer Angel Rama. Americanista lúcido, centró toda su obra en una clave: interrogar a su tiempo y "defender la autonomía intelectual del continente". De la concertación de los relojes atlánticos sería su ponencia en el Congreso de Escritores dedicado a la Generación Española del Veintisiete, en Bogotá. Este discurso póstumo refleja la riqueza de su cultura, la agilidad de su pensamiento, la reflexión crítica ajena a la improvisación y la superficialidad. Aquí se percibe una magnífica síntesis de su concepción cultural de América. Una concepción ajena al catálogo eruditesco, al encasillamiento, a las falsas fronteras. Una concepción dinámica, nutriente, integradora. Con lenguaje dúctil, donde la claridad de conceptos es atravesada por un ramalazo de vida y de humor, Angel Rama pone de relieve la fecundidad de su pensamiento de crítico e investigador. Su afirmación: "Los encuentros de la América Hispana y de la Madre Patria han sido siempre políticos" son el axioma del que se desprende tácitamente la adhesión a esa solidaridad de los intelectuales latinoamericanos con la España coronada "de llamas de la guerra civil". Su compromiso con los trasterrados. Su compromiso con la democracia. Angel Rama, trasterrado, deja un mensaje aleccionador: el concierto de los relojes de una y otra tierra es la fórmula para diluir la soledad petrificada. El concierto de corazones y voluntades de los habitantes de América y el mundo puede influir en dar la hora que anuncie el fin de los exilios y abra las compuertas a corrientes vivificadoras.

Tema central

Concertación social: Redistribución del poder

En la América Latina de hoy, comparada con la de comienzos de la década del 70, ocupan un lugar destacado los procesos de apertura política. Por variadas causas, en distintas formas y en diferentes grados, países como Brasil, Argentina, Perú, Uruguay y Ecuador transitan hacia regímenes políticos más abiertos. Aún en aquellos en los cuales el retorno a formas constitucionales de gobierno no se ha producido hasta el momento, se advierten indicios de liberalización y se abren posibilidades para una mayor participación. Muestra de ello son los comienzos de movilización social, la actividad en el seno de los partidos políticos, la reaparición en la escena pública de grupos sociales organizados, el surgimiento de debates sobre el ordenamiento social, en una palabra, el resurgimiento de la actividad política. Las profundas expectativas de cambios sociales y políticos que acompañan esta dinámica testimonian aspectos de la historia reciente, plena de convulsiones y de intentos de transformación. Sin esa historia serían incomprensibles modificaciones en la cultura política advertibles tanto en los movimientos populares como en expresiones más circunscriptas de grupos sociales u organizaciones políticas. Distintas estrategias revolucionarias que tuvieron cierta vigencia en el debate y la acción durante las décadas pasadas desaparecen como opciones de validez general. Las críticas generalizadas a soluciones autoritarias de cualquier signo constituyen un componente de esta modificada perspectiva, que comienza a incluir la preocupación por las potencialidades de la institucionalidad democrática, en sus diversas variantes.

El sindicalismo hoy: Retos e interrogantes. Opinan dirigentes sindicales

La historia del movimiento obrero latinoamericano señala que, desde los comienzos de este siglo, los trabajadores y sus organizaciones han sido los principales Impulsores de los procesos de cambio y democratización de las estructuras fundamentales de la sociedad. El ascenso de las luchas obreras fue determinante en el colapso definitivo de la sociedad aristocrática conformada en el siglo XIX. La dinámica desatada a raíz de la crisis mundial de los años 30 por el proletariado urbano y rural y la clase media radicalizada, transformó a estos sectores en protagonistas principales del quehacer político y social del continente. Progresivamente, en la mayoría de los países latinoamericanos, se van constituyendo grandes y poderosas centrales sindicales como consecuencia de los afanes unitarios y renovadores de la clase trabajadora. Sin embargo, el desarrollo de estas organizaciones se ha visto ensombrecido por las sucesivas irrupciones de regímenes autoritarios y tiránicos que han pretendido decapitar a los sindicatos persiguiendo a sus dirigentes y atentando contra la existencia misma de la organización. No obstante, no han podido vencer la resistencia sindical y no han podido impedir que los obreros y campesinos se reorganicen y se levanten en defensa de la libertad y la democracia... ...Para conversar sobre estas realidades y desafíos que hoy enfrenta el movimiento sindical latinoamericano, NUEVA SOCIEDAD, mediante un cuestionario común, invitó a varios dirigentes sindicales, representativos de organizaciones nacionales, en torno a una simbólica MESA REDONDA. En ella expresaron sus puntos de vista con honestidad y franqueza, siendo una constante en sus respuestas la irrenunciable vocación unitaria y la resuelta voluntad de lucha por preservar y profundizar los valores democráticos y libertarios.

Sindicalismo libre: ¿De qué? El instituto americano para el desarrollo del sindicalismo libre

El movimiento sindical norteamericano siempre ha considerado a la América Latina y el Caribe como un campo de interés especial. Después de la revolución cubana y en medio de un antinorteamericanismo creciente a través del continente, la AFL­CIO creó en 1962 el Instituto Americano para el Desarrollo del Sindicalismo Libre (AIFLD) como su brazo político principal en América Latina. Desde entonces, este Instituto ha llevado adelante la política de la AFL-CIO de promover en los sindicatos orientaciones procapitalistas. Su énfasis en combatir a aquellos que no favorecen a las corporaciones ni las inversiones norteamericanas, lo ha llevado a apoyar a los regímenes militares de derecha, al margen de sus políticas hacia los sindicatos y la clase obrera. Esto se desprende de las acciones del Instituto en lugares tales como Argentina, Brasil, Chile o la República Dominicana. El Instituto realiza programas masivos de educación, así como también una serie de proyectos sociales. También es altamente sospechoso de a veces encubrir operaciones clandestinas. Ultimamente, el Instituto redujo sus actividades presionado por los movimientos sindicales nacionalistas. Actualmente parece concentrarse más en los alrededores de la Cuenca del Caribe y trabajar mayormente entre los campesinos y trabajadores agrícolas. Uno de sus principales programas lo realiza en El Salvador, donde ayuda a administrar la reforma agraria, prestando muy poca atención a los sindicatos. Esta y otras acciones han provocado crecientes protestas entre los sindicatos norteamericanos.