Los laboristas británicos están en crisis. Una parte de su antigua ala derecha, representada por los socialconservadores anteriores al blairismo, quiere un regreso a la política de la década de 1960. Los blairistas, que representan un centrismo liberal que ya no existe en la sociedad británica, quieren volver a Tony Blair. Y un gran número de partidarios de Jeremy Corbyn quiere un retorno al laborismo de izquierda. Keir Starmer, el líder del partido, no construye su base de sustentación y es incapaz de sostener una posición nítida y propia.