Italia es el único país de Europa occidental en el que la extrema derecha supera el 40% de los votos. Aunque está dividida en facciones, tiene complicaciones en diversos territorios y sus principales líderes —Salvini de La Liga y Giorgia Meloni de Hermanos de Italia— manifiestan profundas diferencias, el espectro de una «orbanización» no es descabellado.