La Nueva Era pone en tensión lo que se entiende por religión, la dota
de nuevos sentidos y la dispone de
una manera diferente en la vida social latinoamericana. Aunque se
puede rastrear su presencia en el
«orientalismo» que encandiló a parte
de las elites en América Latina desde
el siglo xix, la actual espiritualidad
New Age es causa y efecto de una
transformación sociocultural que
desborda el campo religioso en forma
y contenido. Estas espiritualidades
condensan una serie de nuevas
experiencias atravesadas por lenguajes
de la energía, la filosofía positiva, la ecología, el vegetarianismo y el crecimiento personal.