Entre 1998 y 2008, el precio del petróleo pasó de 9 a 130 dólares el barril. Hoy, tras el estallido de la crisis mundial, se sitúa en alrededor de 50 dólares. En Venezuela, un país rentista y altamente dependiente de la exportación de su principal recurso natural, esta fluctuación genera efectos tanto políticos como económicos. El artículo sostiene que el gobierno de Hugo Chávez ha alineado a pdvsa con su estrategia de construcción del «socialismo del siglo XXI», lo que redundó en una pérdida de productividad que se refleja en la declinación de la producción de petróleo. En un contexto de precios en descenso, los aportes de la empresa a las políticas sociales han comenzado a reducirse, y podrían reducirse aún más en el futuro, lo que amenazaría la base de sustentación política del gobierno.