Este texto surge desde el interior de la caravana de migrantes que a finales de 2018 buscó llegar a Estados Unidos. No era la primera vez que las cámaras apuntaban hacia el éxodo centroamericano, pero sí la primera en que la prensa internacional acompañaba a los migrantes, día y noche, a lo largo de todo el trayecto, por semanas. Se trata de una caravana del hambre y la muerte, que sacó de la clandestinidad a miles de personas que huyen a diario junto con sus historias, sus miedos y sus sueños.