¿Es la defensa del medio ambiente un problema político o solamente un problema técnico y científico? Precisamos la cuestión. Habla de problema político supone que se identifican los intereses en juego y, por consiguiente, la naturaleza del conflicto, pero también que se nombra la instancia decisoria que debe intervenir y hacer que se aplique lo que se convierte en una ley. Si el conflicto permaneciera impreciso desde un punto de vista social, podría, no obstante, darse la intervención de uno o varios Estados; por el contrario, si no se precisa cuál es la instancia decisoria, puede haber un movimiento de opinión susceptible de dar origen, aquí y allá, a partidos políticos. Pero la cuestión planteada ahora, con ocasión de la conferencia de Río, es saber si la ecología se constituye en problema político o si permanece limitada al ámbito de la cooperación internacional tal y como se viene desarrollando desde hace un siglo, o bien si es una corriente de opinión marcada incluso por el rechazo de las instituciones y de los agentes políticos.