Entrevista

«Solo países con buena relación con Rusia y Occidente pueden mediar en la crisis de Ucrania»
Entrevista a Andreas Zumach


mayo 2015

Brasil, la India y Sudáfrica -que integran los BRICS con Rusia- son los más adecuados para liderar una mediación y evitar una escalada militar.

«Solo países con buena relación con Rusia y Occidente pueden mediar en la crisis de Ucrania»  Entrevista a Andreas Zumach

--¿Qué medidas se necesitan, en su opinión, para superar la guerra en el este de Ucrania y el enorme conflicto geopolítico subyacente entre las potencias de la OTAN y Rusia?

--En primer lugar, los Estados miembros de la OTAN deberían anular la resolución de su cumbre de 2008 y tomar un clara decisión, que también resulte inequívoca para la percepción de Moscú, de no incorporar como miembro de la OTAN a Ucrania, como tampoco a Georgia ni a Moldavia. En segundo lugar, los Estados de la OTAN y de la Unión Europea tienen que levantar las sanciones contra Rusia. Estas sanciones estaban condenadas al fracaso desde el comienzo teniendo en cuenta su declarado objetivo político de hacer cambiar de postura al gobierno de Vladimir Putin. La UE debería entender que la política que llevó adelante con Ucrania aproximadamente desde 2005 y con la que puso a Kiev ante el dilema de si debía asociarse con la UE o hacerlo con Rusia, solo ha dañado al país. Como tercera medida para aliviar la tensión, los Estados occidentales deberían condicionar el pago de los créditos prometidos a Kiev por 27.000 millones de dólares hasta 2019 a la implementación concreta de las reformas a las que se comprometió el gobierno de Kiev ya en el verano boreal de 2014.

Por el lado del gobierno ruso, algunas medidas para aliviar la tensión deberían ser promulgar una clara declaración de garantía para la soberanía del Estado ucraniano y la inviolabilidad de sus fronteras nacionales existentes desde la caída de la Unión Soviética. En la materialización práctica de esta declaración de garantía, Moscú debería cesar de forma comprobable todo apoyo a los rebeldes en Ucrania del Este en materia de armas, combatientes o recursos financieros. Además, Moscú debería declarar la nulidad de la anexión de Crimea, concretada en marzo de 2014. Al mismo tiempo, los Estados occidentales deberían inducir al gobierno con sede en Kiev a garantizar a Moscú de forma vinculante que el tratado sobre estacionamiento de tropas firmado por el ex presidente ucraniano Víktor Yanukóvich con respecto de la base naval de Sebastopol en Crimea sigue vigente, tal como fue acordado, hasta 2042. Luego, debe tomarse una decisión sobre el futuro de la península en un referéndum convocado por la ONU. En este referéndum, los habitantes de Crimea tendrían, a diferencia de marzo de 2014, no solo la posibilidad de optar por permanecer dentro de Ucrania manteniendo el statu quo válido hasta marzo de 2014 o por una secesión e incorporación a Rusia. También tendría que estar la tercera opción, o sea, decidir permanecer dentro de Ucrania pero con un status autónomo de amplio alcance. Finalmente, Moscú debería promulgar una clara declaración de garantía para asegurar a Ucrania la provisión de gas y dar marcha atrás con el drástico aumento de precios, de hasta el 80%, anunciado en abril de 2014.

En términos de las medidas simultáneas que ambas partes deberían adoptar para aliviar la tensión, los Estados miembros de la OTAN deberían detener las maniobras militares a lo largo de sus fronteras externas, en el espacio aéreo europeo y en el Mar Negro, que han intensificado desde la primavera boreal de 2014. Rusia debería retirar hasta su posición original las tropas y el armamento pesado estacionados cerca de su frontera externa occidental. La OTAN debe dar marcha atrás con los planes decididos en la reunión cumbre de septiembre de 2014 en Gales referidos al estacionamiento y traslado de tropas de intervención rápida para Polonia o los países bálticos con hasta 5.000 soldados ("punta de lanza").

--¿Qué aporte a la solución del conflicto podrían hacer los Estados miembros de la ONU no involucrados, incluidos también los países latinoamericanos? ¿Qué países serían adecuados para ese rol de mediador?

--La OSCE paneuropea no está en condiciones de contribuir a la disminución de la intensidad del conflicto y su solución política, ya que sus Estados miembros más importantes participan directa o indirectamente en el conflicto. Una propuesta para el paquete de medidas para aliviar la tensión antes mencionadas solo tendría posibilidades de materializarse si proviniera de un grupo de Estados totalmente ajenos pero que tuvieran buenas relaciones tanto con Rusia como con Estados Unidos y los países de la UE. Este rol de mediador sería particularmente adecuado para Brasil, la India y Sudáfrica, que son, al igual que Rusia, miembros de los BRICS. El secretario general de la ONU debería nombrar como su representante especial para el conflicto de Ucrania a un diplomático experimentado proveniente de alguno de estos países mediadores. Además, estos Estados mediadores deberían, al igual que otros países del G20 como la Argentina, México, Indonesia y Corea del Sur, expresar su disposición a facilitar observadores militares o Cascos Azules para una misión de la ONU en Ucrania.

--¿Qué escenario sería de temer si tal mediación internacional no fuera factible?

--En ese caso podría reavivarse el conflicto y la expansión territorial de los combates en Ucrania del Este, que habían mermado en un principio después de Minsk II. Además, aumentaría el peligro de choques militares entre los Estados de la OTAN y Rusia.


Andreas Zumach es periodista independiente en la sede de Naciones Unidas en Ginebra y corresponsal del diario cooperativo Taz de Berlín y de la BBC.

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