Memoria corta de un antiguo diferendo
Nueva Sociedad 190 / Marzo - Abril 2004
El artículo analiza desde distintas perspectivas el diferendo chileno-boliviano. Por un lado, en los años 90 Chile asumió una novedosa política de interrelación económica y de solución de diferencias con sus vecinos, según premisas de política exterior pragmáticas que no se mantuvieron para el caso de Bolivia. Por el otro, sucesivos gobiernos bolivianos privilegiaron la densidad de las relaciones económicas como forma de asegurar un posterior acceso soberano al mar. Las potencialidades del gas, así como la inflexibilidad chilena respecto al tema, sugerían que era el camino adecuado. Pero el error fue no prever la reacción de la población. Ahora ambos gobiernos, incluso el peruano, deben enfrentarse a opiniones públicas sensibilizadas y a un diferendo desde hace tiempo regionalizado.