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NUSO Nº 16 / Enero - Febrero 1975

Diálogo sobre política de desarrollo en el tercer mundo

Brück: Tenemos que poner bien en claro que nosotros brindamos la ayuda al desarrollo sabiendo que ofrece ventajas para ambas partes. Pues, en primer lugar no estoy en condiciones de explicarle a un trabajador alemán que él es un \"explotador\". Un obrero que trabaja duramente ocho horas cada día no puede sentirse como un \"explotador\", tampoco cuando, a pesar de ello, una gran parte de nuestra población se ha dado cuenta que nuestro nivel de vida se basa, en otras cosas, en los bajos precios de las materias primas. Al otro lado, significa un aporte a la autoconciencia y al conocimiento del valor propio de los recibidores, cuando no deben tener la sensación de que la \"ayuda al desarrollo\" es una manifestación caritativa de los ricos estados industrializados. El hecho que cada vez de nuevo se da a entender - incluso ante las Naciones Unidas - que esta ayuda es una especie de \"reparación\", hace evidente que no se sienten en el papel de receptores de limosnas. Conviene, entonces, a los intereses de ambos lados, si se constata que la ayuda al desarrollo se realiza en provecho mutuo. Por tal motivo tacharía yo la palabra \"desinteresada\" que ustedes usaron. Tal cosa no existe en la política.

Diálogo sobre política de desarrollo en el tercer mundo
Este artículo es copia fiel del publicado en la revista Nueva Sociedad 16, Enero - Febrero 1975, ISSN: 0251-3552


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