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China y el Caribe: acercamientos, desconfianzas y desafíos


Nueva Sociedad 259 / Septiembre - Octubre 2015

En el siglo xxi, las relaciones económicas entre China y el Caribe se han expandido velozmente. El fundamento de estas relaciones es la naturaleza complementaria de sus economías, así como el rápido desarrollo de la economía china. Sin embargo, diferentes actores, tales como el gobierno, las empresas, los bancos, los emigrantes, etc., también juegan un papel muy importante. Y la histórica desconfianza antichina en la región podría reactualizarse con el desembarco de miles de trabajadores chinos en el Caribe para diferentes obras de infraestructura.

China y el Caribe: acercamientos, desconfianzas y desafíos

Antecedentes históricos

Las relaciones entre China y el Caribe comenzaron con la introducción de obreros chinos para trabajar en las plantaciones de azúcar en reemplazo de la mano de obra esclava negra, después de la abolición de la esclavitud en el siglo xix. Además, entre finales del siglo xix y principios del xx, algunos chinos llegaron al Caribe no como trabajadores, sino como hombres de negocios. Como eran laboriosos y ahorrativos, muchos de ellos tuvieron un gran éxito. En algunas áreas se volvieron competidores de los empresarios locales. Fue así como se produjeron movimientos antichinos en muchos países de América Latina y el Caribe, sobre todo durante las épocas de depresión económica. Por ejemplo, en 1918, en Jamaica hubo actos de vandalismo dirigidos contra tiendas chinas de comestibles: muchas fueron saqueadas y sus gerentes, golpeados. Las relaciones oficiales entre China y el Caribe comenzaron en 1912, cuando Cuba inició relaciones diplomáticas con el país asiático. República Dominicana trabó vínculos diplomáticos con China en 1940. Pero después de 1949, con el surgimiento de la República Popular, los países de América Latina y el Caribe reconocieron el gobierno del Partido Nacionalista en Taiwán, en lugar del gobierno del Partido Comunista en la parte continental. No fue sino hasta 1960 cuando el líder cubano Fidel Castro anunció el establecimiento de relaciones diplomáticas formales con la República Popular China. Cuba fue otra vez el primer país de la región en hacerlo.

En 1971, la Organización de las Naciones Unidas (onu) reconoció a la República Popular China como único representante legítimo de China ante ese organismo, del que Taiwán fue expulsado. Al mismo tiempo, mejoraron las relaciones entre Beijing y Washington. Desde entonces, bajo esta nueva condición, la mayoría de los países latinoamericanos y caribeños establecieron relaciones diplomáticas formales con China. Sin embargo, todavía hay 12 Estados de la región que mantienen relaciones diplomáticas con Taiwán, la mitad de los cuales se concentran en el Caribe: Belice, República Dominicana, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves y Haití. Algunos países del Caribe han cambiado sus lealtades, a veces más de una vez, entre la República de China en Taiwán y China continental. Por ejemplo, entre 1984 y 1996, Santa Lucía reconoció a Taiwán, pero dejó atrás esta lealtad en 1996, con el cambio de gobierno. Y en 2007 volvió a reconocer a Taiwán.

Las relaciones económicas entre China y el Caribe

Después de dos décadas de rápido crecimiento, China se ha transformado en la segunda economía más grande del mundo. La fortaleza económica china y la productividad de sus empresas han venido creciendo. Pero, al mismo tiempo, el desarrollo de la economía china ha estado limitado por la escasez de recursos y mercados. Así, las empresas chinas adoptan estrategias para salir al mundo, generalmente con apoyo del gobierno. América Latina y el Caribe, en tanto región rica en recursos y con una relativa estabilidad política, se convirtió en uno de los socios económicos más importantes de China. Sin embargo, en lo que se refiere a la extensión y profundidad de las relaciones bilaterales entre China y el Caribe, estas no se pueden comparar con las relaciones entre China y América del Sur. Esta situación es el resultado de varios factores: los recursos del Caribe no son tan cuantiosos como los sudamericanos; el mercado caribeño es limitado y no puede importar una gran cantidad de mercancías procedentes de China, además de la influencia estadounidense y del factor Taiwán. No obstante, a pesar de esta situación, el vínculo ha crecido rápidamente en el siglo xxi.

El comercio entre China y el Caribe se ha incrementado velozmente. Incluso durante la crisis financiera mundial, el comercio entre el Caribe y el resto del mundo se redujo, pero su comercio con China creció. En 2009, las exportaciones de la región a China aumentaron 5%, mientras que las exportaciones a Estados Unidos y Europa disminuyeron más de 25%. En 2013, las exportaciones de China al Caribe totalizaron 4.210 millones de dólares, más del doble de sus importaciones procedentes de la región ese año (1.880 millones de dólares)1.

Las principales importaciones de China desde la región del Caribe son compuestos inorgánicos, hierro, acero y otros metales, combustibles minerales y productos de madera. Por ejemplo, en los últimos años, la importación china de bauxita y alúmina aumentó en gran medida, y parte de ella proviene del Caribe. Según los datos de las aduanas chinas, en agosto de 2012 China importó 204,38 millones de toneladas de bauxita –43.260 toneladas desde Jamaica–, a 64 dólares por tonelada, para producir alúmina.

Las exportaciones chinas al Caribe abarcan desde buques de carga, barcos petroleros y muelles flotantes, hasta zapatos, neumáticos, camisetas, productos electrónicos, televisores, etc. El aumento se basa en que los precios son competitivos y en la mejora de la calidad. La mayoría de los productos que la Comunidad del Caribe (Caricom) importa de China no compite con la producción local, pero hay algunas áreas importantes en las cuales las importaciones chinas podrían desplazar a la producción caribeña: una amplia gama de alimentos procesados, filetes de tilapia, cemento portland, ropa, muebles y productos de papel y plástico. En varios productos de consumo, la región ha llegado a depender principalmente de las importaciones procedentes de China: es el caso de rubros tales como calzado, electrónica y camisetas2. Las inversiones directas de China en el Caribe ascendieron a 62.100 millones de dólares en 2012. Sin embargo, todas estas inversiones, salvo 282 millones de dólares, se destinaron a los paraísos fiscales de las Islas Vírgenes Británicas y las Islas Caimán, que probablemente no eran los destinos finales para la gran mayoría de esas inversiones. En 2012, el flujo de inversiones directas chinas en el Caribe, con excepción de los dos territorios mencionados, ascendió a 31 millones de dólares3. En la década de 1990, China firmó una serie de tratados bilaterales de inversión con Cuba, Jamaica, Belice y Barbados, y con Trinidad y Tobago, Guyana y Bahamas en la década de 2000. Delegaciones chinas de alto nivel y misiones de inversores han visitado el Caribe para identificar proyectos4. Las inversiones de China en la región se concentran en los sectores de recursos naturales, agricultura, infraestructura, etc.

Las inversiones se relacionan con la «ayuda al desarrollo». China ha aumentado su «ayuda al desarrollo» en países de la Caricom, concentrándose en proyectos de infraestructura, como la construcción de estadios, escuelas, hospitales, etc. En especial, los países recibieron ayudas cuando dejaron de reconocer a Taiwán y reconocieron a China. Por ejemplo, en 2004, el gobierno de Dominica rompió relaciones diplomáticas con la isla y estableció relaciones diplomáticas con China, que a su vez se comprometió a llevar a cabo proyectos de desarrollo de infraestructura por un total de más de 100 millones de dólares. Se identificaron específicamente cuatro proyectos: un estadio deportivo, una nueva escuela secundaria, la rehabilitación de la carretera principal que conecta la capital, Roseau, con la segunda ciudad más importante, Portsmouth; y la recuperación del principal centro médico de la isla, el Hospital Princesa Margarita5. Como contrapartida, cuando Santa Lucía redireccionó nuevamente su lealtad a favor de Taiwán en 2007, la República Popular China detuvo la construcción de un hospital en ese país.

¿Quiénes son los actores?

Los principales actores en las relaciones entre China y el Caribe son los gobiernos, las empresas, los bancos y los emigrantes chinos.

Los gobiernos. Los gobiernos de China, al igual que los caribeños, desempeñaron un papel importante en la promoción de las relaciones. Las visitas de líderes entre China y los países del Caribe se hicieron frecuentes en el siglo xxi. La última fue la visita del presidente Xi Jinping a Trinidad y Tobago a fines de mayo de 2013, durante la cual se encontró con numerosos líderes de ocho países del Caribe. También visitó Cuba en julio de 2014. Además, la primera reunión ministerial del Foro de China y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) fue celebrada en Beijing en enero de 2015 con el primer ministro de las Bahamas, Perry Christie, como uno de los asistentes a la ceremonia de apertura.

Además de las visitas de líderes de alto nivel, también se utilizan los contactos entre partidos y entre parlamentos para promover las relaciones sino-caribeñas. El resultado más importante es el Foro de Cooperación Económica y Comercial China-Caribe, creado en 2005. El Foro es el mecanismo de diálogo económico y comercial de más alto nivel entre las dos partes, y su misión es facilitar el comercio y la cooperación económica para el desarrollo común. Se celebraron hasta el momento tres reuniones: en Kingston, Jamaica, en febrero de 2005; en Xiamen, China, en septiembre de 2007; y en Puerto España, Trinidad y Tobago, en 2011. Funcionarios gubernamentales, emprendedores y representantes de organizaciones regionales importantes de China y el Caribe se reúnen para impulsar iniciativas de cooperación y desarrollo, con el fin de promover los intercambios y la cooperación económica y comercial.

Los viajes de los líderes más encumbrados, así como otras visitas oficiales, se han convertido en uno de los medios más importantes para promover las relaciones y la cooperación entre China y los países del Caribe. Los objetivos de las visitas de alto nivel consisten en fortalecer la confianza política mutua, expresar las políticas de cada uno, firmar tratados de cooperación y aprovechar las oportunidades para llevar a cabo la diplomacia pública. Sin embargo, como han señalado algunos críticos, las visitas de los funcionarios gubernamentales y los foros de cooperación suelen ser demasiado formalistas y carecer de resultados prácticos. El desarrollo de las relaciones debe llevarse a cabo principalmente por vías civiles. La comunicación y el contacto entre ciudadanos siguen siendo demasiado limitados, lo cual no promueve el desarrollo de las relaciones. Los gobiernos de cada parte deberían reconocer esto y promover las comunicaciones no gubernamentales.Las empresas. Las empresas chinas, tanto las estatales como las privadas, han estado activas en el Caribe, especialmente en proyectos de minería, agricultura e infraestructura. En 2011, China National Development Corp y la compañía estatal Cuba Petróleo (Cupet) firmaron en La Habana un acuerdo marco para ampliar la cooperación petrolera. Según el acuerdo, China National Petroleum Corporation (cnpc) recurrirá a su experiencia en exploración y desarrollo de petróleo y gas, sus servicios de ingeniería y su logística para ayudar a Cuba a reducir los costos operativos y aumentar la producción de petróleo crudo y la recuperación de petróleo6. Una vez más, el 22 de julio de 2014, en La Habana, cnpc y Cupet firmaron un acuerdo marco sobre aumento de la producción de crudo y participación en la producción y un acuerdo de cooperación en materia de servicios de perforación. Según los acuerdos, cnpc ayudará a Cupet a reducir los costos de operación de algunos yacimientos petrolíferos existentes y a aumentar la producción y recuperación de crudo, y, mientras tanto, le proporcionará equipos de perforación de 9.000 metros y servicios de asistencia para facilitar la exploración y el desarrollo de yacimientos de petróleo offshore de Cuba7. Las empresas estatales chinas han invertido también en la industria petrolera offshore de Trinidad y Tobago.

En diciembre de 2006, el consorcio chino Bosai Minerals Group tomó el control de Omai Bauxite Mining Inc. en Linden, Guyana, tras haber adquirido 70% de su paquete accionario. El gobierno de Guyana retuvo 30% de las acciones. Bosai Mining, una empresa privada con sede en Chongqing, unirá las operaciones de Guyana a la producción anual de 400.000 toneladas de bauxita refractaria, lo que hará de Bosai el mayor productor de bauxita del mundo8.

La inversión agrícola es especialmente evidente en Jamaica, donde en 2011 la empresa China National Complete Plant Import and Export Company Limited (Complant) adquirió tres ingenios de azúcar y arrendó 30.000 hectáreas de cañamelares. En agosto de 2011, Complant empezó inyectando un monto propuesto de 156 millones de dólares durante cuatro años de mejoras en los cañamelares y los ingenios. La cooperación tiene prevista una inversión adicional en una nueva refinería para procesar 200.000 toneladas de azúcar en bruto por año. China Zhong Heng Tai Investment (chzt), una empresa de Shenzhen, por su parte, ha reclamado una participación en la producción de aceite de palma en Surinam9.

Mientras tanto, las empresas chinas también apuntan al desarrollo de infraestructura en el Caribe. Por ejemplo, en 2001, Hutchison Whampoa Limited, un conglomerado con sede en Hong Kong, construyó una instalación portuaria completamente operativa por 2.600 millones de dólares en Freeport, Bahamas10. En 2007, Shanghai Construction Company ganó la licitación para la construcción de la residencia oficial del primer ministro de Trinidad y Tobago y de la sede de la Academia Nacional de Artes Escénicas. En 2013, China Harbour Engineering Company Limited (chec) invirtió entre 1.200 millones y 1.500 millones de dólares en el desarrollo de un puerto en Jamaica. Constará de instalaciones de transbordo, un centro de logística, plantas industriales, una fábrica de cemento y tal vez una planta de energía. El proyecto durará cinco años y dará empleo a 2.000 personas durante el periodo de construcción.

Bancos. Algunos bancos chinos, tales como el Export-Import Bank of China (Exim Bank) y el Chinese Development Bank, juegan un papel importante en las relaciones económicas entre China y el Caribe. Muchos de los proyectos de infraestructura fueron financiados con préstamos chinos. Por ejemplo, en Jamaica, el proyecto Palisadoes Peninsula, de 65,3 millones de dólares, es financiado por un préstamo del Exim Bank China. En Trinidad y Tobago, la sede de la mencionada Academia Nacional de Artes Escénicas fue finalizada gracias a un préstamo de condiciones favorables por parte de China11. En 2010, el Exim Bank China había facilitado 2.400 millones de dólares para la construcción de un complejo de 3.800 habitaciones en las Bahamas, que contará con el casino más grande del Caribe12. El Bank of China y el Foreign Trade Bank of China proporcionarán 462 millones de dólares en financiamiento para el complejo turístico Punta Perla en República Dominicana, un proyecto encabezado por inversores españoles13. En 2011, el Chinese Developmental Bank comenzó a elaborar un plan para incentivar a las empresas chinas a que inviertan en infraestructura turística en el Caribe.

Las personas. Con el desarrollo de las relaciones económicas con China, más y más ciudadanos chinos llegan al Caribe. Esta afluencia provoca algunas preocupaciones.

Uno de los rasgos distintivos de la cooperación para el desarrollo en el área de proyectos de infraestructura en el Caribe es el predominio de la mano de obra china. En el caso de Trinidad y Tobago, entre 2008 y 2011, de los 2.996 chinos que obtuvieron permisos para trabajar, aproximadamente 2.731 se emplearon en el sector de la construcción. Esto significa que en ese periodo los trabajadores chinos ocuparon puestos de trabajo que podrían haber beneficiado a casi 3.000 trinitenses.14

En algunas partes de Surinam, la preocupación respecto a si los trabajadores chinos iban a permanecer ilegalmente en el país más allá de la vigencia de sus visas dio lugar a debates sobre si se debía permitir que las empresas chinas trasladaran a sus propios trabajadores al país, privando así a los surinameses, posiblemente, de algunos puestos de trabajo. Pero otros advierten resultados positivos. El propietario de un restaurante se refirió a las tiendas de comida china de esta manera: «Ofrecen un surtido de productos, precios bajos y permanecen abiertas hasta avanzadas horas de la noche»15. En Roseau, Dominica, hay más tiendas minoristas manejadas por chinos que lo que era usual. Sin embargo, mientras que esta competencia puede molestar a los comerciantes locales, la gente señala en la calle que los productos más baratos que venden los chinos le resultan accesibles. Por ahora, la población china total no es lo suficientemente grande como para generar una protesta16.

Desafíos

Aunque las relaciones económicas entre China y el Caribe se están desarrollando rápidamente en el siglo xxi, todavía hay muchos retos por delante. Estas relaciones son predominantemente de carácter bilateral, lo que puede generar competencia entre los Estados de la región por la asistencia china. Los países del Caribe deberían, pues, unir y coordinar sus políticas con respecto al país asiático. Aunque algunos de ellos todavía mantengan relaciones diplomáticas con Taiwán, esto no se convertirá en un obstáculo para sus relaciones económicas con el continente. El gobierno de Taiwán expresó que no va a perjudicar a los países del Caribe con los que tiene relaciones diplomáticas si desarrollan relaciones económicas con China continental.

Otro problema es el déficit comercial enorme y creciente que existe entre los países del Caribe y China. China debería ayudar a los países caribeños a diversificar sus exportaciones. Por ejemplo, algunos productos de la región, como el café y el ron, serían muy populares en el mercado chino. Además, con el crecimiento de la clase media en el país, los chinos tendrán una importante participación en la cantidad mundial de turistas, y los países caribeños tendrán que esforzarse por atraerlos.

En cuanto a los actores chinos en el Caribe, a pesar de que están jugando un papel importante en el desarrollo de la economía local, todavía hay numerosos problemas en sus operaciones comerciales. Por ejemplo, como se mencionó anteriormente, State Construction comenzó, con el apoyo del Exim Bank China, la construcción del Baha Mar de Bahamas en 2010. La finalización del proyecto y su apertura se planearon para diciembre de 2014, pero la construcción se demorará aproximadamente seis meses. La empresa constructora, China State Construction Engineering, llevó aproximadamente a 4.000 trabajadores chinos para el proyecto Baha Mar. En un país donde el desempleo se ha mantenido en torno de 15%, la afluencia de extranjeros ha alimentado el resentimiento entre los trabajadores de la construcción locales. Además, muchas de las decisiones relativas a gastos se están tomando en China y no en las Bahamas, lo cual retrasó el avance. La mala comunicación entre China State Construction y los subcontratistas occidentales también ha causado problemas. Por ejemplo, cuando la construcción se retrasó, la firma china pospuso la fecha de retiro de las grúas que utilizaba para los rascacielos y no informó a los subcontratistas encargados de la construcción de los cimientos. Decenas de trabajadores y máquinas se presentaron para excavar piscinas y canales y encontraron su camino bloqueado por plataformas de concreto que las grúas habían dejado, lo que los obligó a permanecer inactivos durante meses17.La inversión china en caña de azúcar en Jamaica, si bien ha demandado mucho empleo y ha contribuido a la economía local, consiste exclusivamente en la producción de azúcar en bruto y melaza, que son formas de producción primaria con escaso valor agregado. Algunos economistas sostienen que la generación de valor añadido, tal como la fabricación de ron, puede hacer mayores contribuciones al crecimiento económico mediante la diversificación de la economía y hacer avanzar a Jamaica en la cadena de valor hacia la fabricación de productos de azúcar más elaborados.

Conclusión

Diferentes actores juegan sus roles respectivos en las relaciones entre China y el Caribe. La función del gobierno, en especial la de los altos funcionarios políticos, es de particular importancia: la atención que estos presten al tema será un factor de peso para un desarrollo sano de las relaciones. Por otro lado, el cambio político de los países del Caribe ha afectado y seguirá afectando sus relaciones con China, sobre todo con la alternancia de diferentes partidos en el gobierno. La actitud de los gobiernos del Caribe frente a eeuu, Taiwán y los países vecinos tendrá una gran influencia en las relaciones sino-caribeñas. Además, es fundamental tanto para China como para las naciones del Caribe fortalecer las relaciones civiles: la comunicación entre la gente común, que hasta ahora sigue siendo muy débil, debe fortalecerse.

Cada vez más empresas chinas invierten en el Caribe, pero la inversión se concentra en minas, agricultura e infraestructura, mientras que muy pocas empresas invierten en industrias, turismo, servicios, etc. Las empresas chinas deben ampliar su campo de inversión, invertir sobre todo en el segmento de alto valor agregado y ser capaces de generar empleo local. También deben conocer la cultura de la región y las costumbres, además de coordinar sus acciones con los socios locales. Estas empresas solo alcanzarán el éxito económico si son aceptadas por la sociedad y benefician a la población autóctona.

Los bancos chinos han inyectado una gran cantidad de dinero en el Caribe, tanto en forma de inversión como de préstamos, lo cual es beneficioso para el desarrollo de las relaciones entre ambas regiones. Pero estos bancos también deberían prestar atención al riesgo de la inversión, tal como lo demuestra la situación actual de Venezuela. Hoy muchos dudan de que los bancos chinos puedan recuperar sus préstamos a Caracas.Con el rápido desarrollo de las relaciones, más y más chinos emigran al Caribe. Sabemos, pues la historia nos lo enseña, que los chinos no eran bienvenidos ni bien tratados allí, a pesar de su aporte a la economía y la vida locales. Esto fue, en parte, el resultado del estilo chino para hacer negocios. Los chinos que se establecen en el Caribe deberían aprender de la experiencia histórica e integrarse a la cultura y la sociedad locales, lo cual es fundamental para su permanencia en estas naciones.

Con el fin de superar los desafíos y promover el desarrollo de las relaciones económicas entre China y el Caribe, ambas partes deberían tratar de llegar a conocerse mejor y elaborar políticas y leyes adecuadas para promover la comunicación entre las personas comunes, lo cual proporcionará condiciones beneficiosas para la cooperación.

  • 1.

    Aquí incluimos todos los países y territorios de ultramar, entre ellos Cuba. Caitlin Campbell y Zoe Valette: «China’s Expanding and Evolving Engagement with the Caribbean», informe de la us-China Economic and Security Review Commission, 16 de mayo de 2014, p. 3.

  • 2.

    Richard L. Bernal: «The Dragon in the Caribbean: China-Caricom Economic Relations» en The Round Table vol. 99 No 408, 6/2010, p. 287.

  • 3.

    C. Campbell y Z. Valette: ob. cit., p. 3.

  • 4.

    R.L. Bernal: «China’s Rising Investment Profile in the Caribbean» en Inter-American Dialogue Economics Brief, 10/2013, p. 3.

  • 5.

    Sir Ronald Sanders: «China’s Presence in Dominica» en Caribbean360, 28/4/2011.

  • 6.

    «China’s cnpc, Cuba’s Cupet Ink Pact to Expand Oil Cooperation» en Platts. McGraw Hill Finances, 8/6/2011.

  • 7.

    Paddy Harris: «China Targets Cuba’s Oil in cnpc-Cupet Trade Agreement» en Oil & Gas Technology, 28/7/2014.

  • 8.

    R. L. Bernal: «China’s Rising Investment Profile in the Caribbean», cit., p. 4.

  • 9.

    Ibíd.

  • 10.

    Daniel P. Erikson: «China in Caribbean: The New Big Brother» en China Brief vol. 9 No 25, 16/12/2009.

  • 11.

    Annita Montoute: «Caribbean-China Economic Relations: What Are the Implications?» en Caribbean Journal of International Relations & Diplomacy vol. 1 No 1, 2/2013.

  • 12.

    Ezra Fieser: «Why Is China Spending Billions in the Caribbean?» en Global Post, 22/4/2011.

  • 13.

    R.L. Bernal: «China’s Rising Investment Profile in the Caribbean», cit., p. 4.

  • 14.

    A. Montoute: «Caribbean-China Economic Relations: What are the Implications?», cit.

  • 15.

    Simon Tomero: «With Aid and Migrants, China Expands its Presence in a South American Nation» en The New York Times, 10/4/2011.

  • 16.

    Sir R. Sanders: «China’s Presence in Dominica», cit.

  • 17.

    Craig Karmin y Matt Wirz: «China’s Bahamas Project Hits Hurdles» en The Wall Street Journal, 30/9/2014.

En este artículo
Este artículo es copia fiel del publicado en la revista
ISSN: 0251-3552
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