Simplemente América Latina
NUSO Nº 100 / Marzo - Abril 1989

Tantos y tan distintos desfiles militares

Y viene ahora el paso de la aguerrida División Blindada del Ejército Peruano que, dotada del armamento más moderno... Difícil resulta precisar a la distancia de unos treinta y cinco años qué elemento de la puesta en escena era el que provocaba la emoción mas conmovedora. Tal vez lo recio del paso de los soldados, o quizá el tono inflamado del locutor que los anunciaba, sin descartar el remezón físico ocasionado por los blindados. Pero no, lo más emocionante eran las bandas militares. Mi padre me había enseñado calladamente a disimular las emociones. Apenas me regalo tardíamente una excepción el ultimo día que estuvimos juntos, cuando se le congestionó la mirada al verme de nuevo, luego de comprobar que había vuelto justo a tiempo, antes de su muerte. Pero, en ese día - y demasiados después - yo había sido un buen alumno de sus clases cotidianas de economía afectiva. Que el aprendió, no sé si con la rígida abuela o con los ingleses del Ferrocarril Central, donde sus compañeros de trabajo dieron por sentado que se jubilaría ineludiblemente al cumplir 35 años de servicios, sin días de enfermedad, y para que su jefatura quedara libre le organizaron una generosa despedida que el, aunque se quedara en la calle con una estrecha pensión, tuvo la dignidad de aceptar, sin mostrar la herida ocasionada.

Tantos y tan distintos desfiles militares
Este artículo es copia fiel del publicado en la revista Nueva Sociedad 100, Marzo - Abril 1989, ISSN: 0251-3552


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