Con el ingreso de España y Portugal a la Comunidad Económica Europea (CEE), acordado el pasado 29 de marzo, culminan más de 20 años de tormentosas negociaciones que causaron no pocos traumas a los \"socios indeseables\" y se inicia para Latinoamérica una etapa que inevitablemente tendrá que ser de cautelosa expectativa. La integración de la Península Ibérica a Europa, que se hará efectiva a partir del primero de enero de 1986, fue recibida con moderado optimismo por las naciones latinoamericanas. Es poco probable que a corto plazo se puedan medir los resultados de esta trascendental decisión. Pero los vínculos afectivos, comerciales, culturales y políticos que tradicionalmente han unido a España y Portugal con nuestro continente y la historia de las relaciones de la CEE con Latinoamérica explican el poco júbilo con que se recibió el acuerdo de este lado del Atlántico.

La crisis desatada en el seno del gobierno de New Jewel Movement (NJM) de Granada en octubre de 1983, no sólo dio lugar a la ocupación militar de la isla por parte de fuerzas norteamericanas y del Caribe Oriental y la interrupción de una de las experiencias más significativas del llamado \"socialismo caribeño\", sino que contribuyó a profundizar las diferencias entre la política exterior cubana y la política exterior soviética en la región. En principio, la crisis interna en el seno de la NJM mostró, por un lado, una falla marcada en los servicios de inteligencia cubanos que fueron sorprendidos y superados por el desarrollo de los acontecimientos. Falla que le aparejó a Julián Torres Rizo, el embajador cubano en la isla, la imposición de severas medidas disciplinarias a su regreso - bajo custodia - a Cuba, por expresa decisión de Fidel Castro.

Tres años han transcurrido ya desde que tuvieron lugar en el Atlántico Sur los terribles acontecimientos que culminaron en la guerra argentino-británica por la posesión de las Islas Malvinas. Es un lapso que ofrece ya una interesante perspectiva para evaluar lo ocurrido, establecer un diagnóstico de las causas reales del conflicto, aventurar una explicación estructural más o menos válida de las acciones emprendidas por sus protagonistas antes y después de la guerra y pronosticar las dificultades que deberán superarse para llegar a una posible solución.

(Varios autores) Fundación Pablo Iglesias, Editorial Pablo Iglesias, Madrid, 1984, 300 pp. Veintidós participantes ­ comprendidos latinoamericanos - en el coloquio organizado por la Fundación Pablo Iglesias (Madrid, del 30 de mayo al 5 de junio de 1983) enfocaron diversos aspectos de un proyecto político democrático para todos los países de nuestro continente, en un espectro que abarcó desde la economía hasta el machismo. Cinco grandes temas comprendieron un cúmulo de asuntos que realmente interesan a las sociedades latinoamericanas: los condicionamientos económicos, el contexto internacional, información y cultura, el campesinado y los grupos indígenas, el derecho, la política. Las intervenciones en ese coloquio son ofrecidas al público en este volumen, aporte al diálogo por la democracia continental. Entonces se discutió muy en serio la broma o boutade de José Aricó: "el leninismo se expandió en América Latina porque es un continente leninista", al punto que Fernando Claudín afirmó dramáticamente que "el enemigo principal, por no decir absoluto" de la izquierda latinoamericana "es el imperialismo americano". De este axioma parte para explayarse en el análisis del "sistema soviético" convertido, a su juicio, en "el bueno de la política" por obra y gracia de la historia, pero "asignatura pendiente" para el futuro.

Pablo González Casanova (Coord.) Siglo XXI, México, 1984. ¿Por qué las preocupaciones culturales escaparon a los investigadores sociales en el pasado?, se pregunta Jean Casimir. En vez de contestar, su ponencia ofrece una serie de recomendaciones a la sociología y la antropología para conectarse con las necesidades populares. Sin embargo, este libro, que muestra nuevos modos de estudiar la cultura, es una ocasión para discutir desde dónde y cómo analizarla. ¿Qué ha pasado para que tales temas, arrinconados hasta hace poco en revistas literarias y suplementos de fin de semana, interesen a algunos de los principales científicos sociales, conocidos por sus trabajos sobre el desarrollo económico y político (Jorge Graciarena, Celso Furtado, Theotonio dos Santos, René Zavaleta y el propio coordinador del volumen)? ¿Por qué la Universidad de las Naciones Unidas - que auspició el coloquio -, muchos Estados y partidos políticos realizan congresos y estudios en el área cultural? Crece, sobre todo, el interés por las culturas populares: se hacen museos para rescatarlas, centros de investigación para conocerlas, organismos oficiales y de base para promover su expansión.

América Latina ha intentado, en las últimas décadas, el reforzamiento de sus vínculos económicos con Europa como una forma de ir reduciendo su dependencia con EE.UU. Sin embargo, es sensible constatar que este esfuerzo en lo que se refiere al campo comercial no ha progresado, por el contrario, ha sido notoria la disminución de la relevancia estratégica recíproca. En cuanto a las inversiones extranjeras y al financiamiento privado y oficial, la presencia europea ha sido mas significativa aunque poco activa. Esta situación, unida al ingreso de España y Portugal a la Comunidad Europea, tornan poco halagüeñas las perspectivas latinoamericanas. Solamente se auguran posibilidades de colaboración más fructíferas, con Europa, en el sector industrial. El autor aborda en este trabajo aspectos tales como la evolución probable de la política industrial latinoamericana, las tendencias previsibles de la política industrial europea y las áreas de conflicto, convergencia y de colaboración.

La situación que vivimos es aterrante, porque mucha gente parece ser incapaz de leer el signo de los tiempos en el mundo en desarrollo, afirma Willy Brandt, al relatar sus impresiones sobre el resurgimiento democrático en América Latina, la situación económica de la región, la deuda externa y las perspectivas de desarrollo y paz mundiales. El autor denuncia la crisis de deuda global, que no sólo pone en peligro el futuro de los países sino de todo el sistema financiero internacional, alerta sobre la crisis de hambre que amenaza la vida de cientos de millones de personas, y llama la atención sobre la crisis de seguridad y la carrera armamentista. Destaca la existencia de una conciencia creciente de que deuda, hambre y armamentismo están interconectados, lo cual conduciría a un nuevo enfoque para vincular los problemas del desarme y el desarrollo, y a la toma de decisiones políticas al más alto nivel

En el Uruguay de la transición hacia la democracia, la mayoría de las fuerzas políticas han tendido a posiciones de centro-izquierda y más precisamente a llevar adelante un discurso socialdemócrata. No se trata de una operación intelectual llevada adelante sólo por la "clase política", sino que responde a tendencias más profundas de la ciudadanía y de su cultura política, que permiten el arraigo de esa corriente de opinión.

En los últimos años se ha insistido mucho en la necesidad que tiene el movimiento sindical de avanzar hacia formas participativas y cogestionarias en la fábrica o unidad productiva; sin embargo, tenemos todavía la sensación de que en América Latina han sido débiles dichos avances, que ciertamente comprenden mayores niveles de democratización de nuestras sociedades. Los movimientos sindicales de filiación "clasista", más fuertemente radicalizados y de trayectoria de combatividad, tienen todavía como característica preponderante el ser marcadamente economicistas. La fuerte recesión industrial, sin embargo, ha tenido el efecto de generar en los trabajadores un consenso activo en el proceso productivo y ha desarrollado en algunos organismos sindicales la convicción de la indispensabilidad de avanzar hacia la participación en la gestión de la empresa. La autora presenta las conclusiones de un reciente estudio realizado en el Perú, en el que se muestran las significativas posibilidades de democratización al interior de la fábrica, pero también sus limitaciones.

La estructura sindical basada en pequeños sindicatos por empresa, propia de un sindicalismo incipiente, ha entrado en contradicción con los requerimientos del movimiento obrero venezolano en una sociedad que ha desarrollado un fuerte capitalismo estatal y privado. La Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) ha logrado un fuerte poder político, producto de su relación con los partidos y el Estado, pero su poder social es mucho más débil. Este desbalance permite la partidización del movimiento obrero y debe ser corregido mediante una reestructuración que permita ampliar la tasa de sindicación y aumentar y racionalizar la contratación colectiva. A su vez, el nuevo modelo sindical debe ser pluralista, democrático y participativo, capaz de constituirse en un canal de real transferencia de poder a la clase trabajadora dentro de la idea de la democracia social y económica. Este es el contenido de la propuesta de creación de sindicatos nacionales por rama de actividad que se discutirá en el IX Congreso de la CTV.

En la última década, el perfil social argentino se ha modificado profundamente. Sin embargo, la sociedad política ha tenido su propia historia. En particular, el movimiento peronista no atina a adecuarse a los nuevos factores emergentes y, en consecuencia, vive una crisis de dimensiones inusuales. Por un lado, puede hablarse de una degradación política e ideológica. Del otro, del peligro cierto de una dispersión o feudalización regional. Sus sectores gremial y político reflejan esta situación de manera diferencial, y de las relaciones de fuerza que en cada uno de ellos se dé, así como de su mutua influencia, dependerá que el mayor movimiento de masas que ha conocido Argentina desaparezca, se convierta en un partido moderno o conserve las características liberadoras que le dieron fundamento a lo largo de su historia.

Las tesis que aquí presentamos expresan las convicciones e interrogantes que plantea, desde una óptica revolucionaria, un vasto conjunto de dirigentes, militantes y partidarios del Movimiento al Socialismo (MAS) de Venezuela que próximamente celebrará su Convención Nacional. Estas reflexiones forman parte de un extenso documento que se refiere a la valoración de la trayectoria del MAS, la definición de su identidad y las transformaciones que requiere para construirse como genuina alternativa, la naturaleza del cambio que quiere para Venezuela, las líneas estratégicas de su lucha y los esfuerzos que debe cumplir para lograr su recuperación y establecer las condiciones de un sólido avance. Freddy Muñoz, uno de los más calificados líderes del MAS y actual candidato a la secretaría general de esa organización política, en sucesivos capítulos del documento a que aludimos, analiza en profundidad estas problemáticas haciendo planteamientos que, a pesar de ser muy definidos, los somete a la discusión fecunda y creadora. Por razones de espacio publicamos sólo algunos temas correspondientes al tercer capítulo, considerando su utilidad como material de debate para las izquierdas latinoamericanas. Agradecemos al autor por su gentil permiso de reproducción de su trabajo.

La institucionalización de la revolución nicaragüense ha sido abordada desde diversos ángulos. El autor enfoca los aspectos jurídicos y legales y las dificultades que en ese terreno enfrenta el Estado revolucionario. Este ensayo, junto a otros, constituye un aporte importante a la discusión tanto interna como externa de los problemas y aciertos de la revolución sandinista en esta etapa de consolidación institucional.

El problema de la democracia y las libertades en América Latina tiene su primer antecedente en las tendencias que prevalecían desde la época pre-independentista, cuando la suerte del indio era objeto de leyes de la corona española que se estimaban como \"generosas\" y que, al llegar a los dominios americanos, se recibían con el aforismo de \"se obedece pero no se cumple\". La independencia hispanoamericana dio lugar a un florecimiento de las constituciones democráticas importadas de Francia y los Estados Unidos, muchas de las cuales tuvieron una vigencia efímera. Simón Bolívar advirtió las circunstancias de una \"América impreparada\" por la ausencia de una opinión pública participante en la vida política y la lucha electoral. En el siglo XIX, el \"teoricismo liberal\" trajo la adopción de las libertades civiles y políticas y el autor puntualiza que \"la libertad política era un dogma para la América Latina, dentro de un esquema social de privilegios económicos\". El \"dualismo estructural \" de un sector \"moderno\" y otro \"arcaico\" de la economía imposibilita la real aplicación de las libertades, que se encuentran anuladas, por lo demás, con la implantación de los \"estados de excepción\" o \"estados de sitio\" frecuentes en América Latina.

Los Estados latinoamericanos, al independizarse de la corona española, adoptaron en las Constituciones que los institucionalizaron el esquema presidencial, imitando en la forma de organización del gobierno al régimen republicano norteamericano. No obstante, el presidencialismo latinoamericano, denominado también \"cesarismo representativo\", realizó diversos ajustes con respecto a éste. El autor analiza con rigor los factores de la preponderancia presidencial en América Latina y a su vez las limitaciones a este poder. En seguida examina los diferentes tipos de presidencialismos democráticos en el continente y las presidencias autoritarias. Finalmente se refiere a la práctica política de estos regímenes.

Es paradójico que la izquierda radical latinoamericana y europea se acerque a las instituciones democráticas representativas, justo en el momento en el que la sociedad parece tomar distancia de éstas últimas. El presente trabajo está dirigido a explorar el impacto de las nuevas formas de organización de la sociedad que conocemos como movimientos sociales, en el proceso actual de reconstitución del Estado. Tanto el Welfare State en los países centrales, como el populismo cepalino de América Latina, han entrado en un declive aparentemente irreversible. Frente a la tentación tecnocrática que se levanta en esta crisis, los nuevos movimientos sociales ¿podrán constituirse en una alternativa de democratización?

El presente artículo recoge algunos avances del estudio \"El Parlamento en el Perú\" que el autor viene conduciendo desde mayo de 1983. Este proyecto de investigación pretende, más que un esfuerzo especulativo y teórico, la identificación de las condiciones reales en que el parlamento peruano desenvuelve sus funciones, con miras a detectar las posibles causas que impiden o limitan su actitud, y a encontrar guías de solución que permitan superarlas.

El trabajo que a continuación presentamos analiza en qué medida se ha operado un deterioro en las percepciones y evaluaciones de los venezolanos sobre el sistema democrático en la última década. Al respecto cabe suponer un modelo escalonado de elasticidad de las evaluaciones políticas en relación con condiciones adversas, donde primero se modifican las opiniones menos esenciales a la comunidad política y, al otro extremo, se cuestiona finalmente la democracia como sistema de gobierno. Por ejemplo, cabe esperar que, ante condiciones económicas y evaluaciones de gobiernos desfavorables, la respuesta o sensibilidad de las opiniones sobre los políticos sea mayor que la evaluación de las instituciones políticas (partido, congreso, etc.) y, a la vez, ésta mayor que la credibilidad y apoyo al sistema democrático. En seguida, analiza el grado de apoyo de los venezolanos al sistema democrático. Con esto, se intenta clarificar el planteamiento de si los venezolanos han perdido la fe o no en el sistema democrático.

La importancia que para las sociedades en desarrollo y las subdesarrolladas tiene el poder judicial, es innegable. Si el supuesto es el de la mayor inseguridad o desprotección en este tipo de sociedades lo consecuente sería propugnar por un sistema jurídico permeable a intentos reformistas y un poder judicial consciente de esa realidad y dotado de los instrumentos intelectuales, económicos y burocráticos para cumplir a cabalidad su delicadísima función. Buena parte de las posibilidades de preservación del juego político en países no desarrollados está ligada a las probabilidades de perfeccionar el orden jurídico y, luego, a su real vigencia. Legislaciones obsoletas o plagadas de lagunas y contradicciones no contribuyen a preservar el debido respeto a la ley y, más bien, ponen en tela de juicio lo que ella debe tener de legitimidad. Y un poder judicial que se pierde en el leguyelismo, que permanece silencioso ante la evidencia de su propia impotencia para administrar \"pronta y cumplida\" justicia, está, ni más ni menos, notificándole a los miembros de la sociedad que el sistema de protección es precario si no inexistente. El autor, al reflexionar sobre esta polémica, advierte que no es extraño que una sociedad ineficaz en su protección sea propensa a la violencia y a las formas no-institucionales de administrar justicia.

La pugna de poderes es una vieja realidad de la democracia liberal. Ya los primeros teóricos de ésta, como John Adams, plantearon su preocupación por el problema del enfrentamiento de poderes y sugirieron soluciones basadas en la institucionalización de un sistema de dirimencia jurídica, para evitar salidas autoritarias a este tipo de conflictos. En América Latina, la pugna de poderes es una realidad tan vieja como las repúblicas del área. En el caso ecuatoriano, este tipo de conflicto político se ha manifestado reiteradamente a lo largo de la historia republicana, con diferentes resultados. Empero, casi siempre ha resultado afectada la estabilidad política del país. Vista en perspectiva histórica, la pugna de poderes es una crisis política típica del capitalismo dependiente y propia de sociedades que, como las latinoamericanas, están cubiertas por el manto de un Estado moderno, pero cuya estructura social está plagada de asimetrías y rupturas que han impedido la integración real y formal de sus burguesías internas y, por ende, la consolidación de una fracción hegemónica de la burguesía en el poder del Estado y la realización de algunas importantes tareas históricas del Estado nacional.