Nacionalismo y conflicto (40 / Enero - Febrero 1979)
Nº 40 — Enero - Febrero 1979

Nacionalismo y conflicto

La actual problemática que vive el continente, las tendencias que se observan en los procesos internos de nuestros países, la reactualización de viejas querellas fronterizas, y la nueva coyuntura internacional, nos han inducido a plantear un debate en torno a una serie de interrogantes que surgen del carácter del nacionalismo latinoamericano y sus diversas connotaciones. ¿Es el nacionalismo un atributo de la derecha en América Latina? ¿Se puede ser «nacionalista» mientras se desnacionaliza la economía en favor de las transnacionales? ¿Qué papel desempeña el Estado nacional en la política latinoamericana? ¿El nacionalismo es una bandera burguesa u obrera y popular en América Latina?

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Hacia un nuevo orden económico y social / Carta de la CIOSL. 2a. Parte

III. ESTRATEGIAS DE LAS NECESIDADES FUNDAMENTALES Y POLITICAS DEL EMPLEO La Conferencia Mundial del Empleo de la OIT de 1976 se pronunció en favor de planes y políticas de desarrollo nacional que "incluyesen explícitamente como objetivo prioritario la promoción del empleo y la satisfacción de las necesidades fundamentales de la población de todos los países". La Conferencia pidió, igualmente a los estados miembros que facilitasen a la OIT una evaluación cualitativa de las necesidades fundamentales de los grupos con más bajos ingresos de su población, basándose de preferencia en las conclusiones de una comisión tripartita establecida con ese objeto, junto con una descripción de las políticas, existentes y en preparación, para aplicar la estrategia de las necesidades fundamentales. Se está recopilando la información pertinente y se utilizará en un informe que será sometido a la Conferencia Internacional del Trabajo en junio de 1979. Se está llevando a cabo igualmente investigación sobre las necesidades fundamentales en otros organismos de las NU, particularmente el Banco Mundial, y los sindicatos esperan que se les asocie estrechamente a esa labor. La CIOSL estima que las políticas de desarrollo deberían en realidad encaminarse a la creación de empleos, a una distribución equitativa de los ingresos y la riqueza y a la satisfacción de las necesidades fundamentales para todos: alimentación, abrigo, vestido, servicios esenciales, empleos remunerados adecuadamente y derechos sindicales. Dar satisfacción a las necesidades fundamentales constituye un objetivo de validez universal: un objetivo dinámico, que exige una estrategia dinámica, debería ser inherente a todas las políticas de desarrollo. Es bien conocido que la fórmula de "dejar hacer" en el desarrollo, mediante beneficios y competencia, ha creado desigualdades crecientes e inaceptables. La nueva estrategia de las necesidades fundamentales exige de los gobiernos y las autoridades locales que sigan políticas activas de desarrollo con la intervención plena de las organizaciones populares.

Libros

Movimientos y Partidos Políticos

Partido Liberal (Colombia)

Extractos de la Intervención de Luis Villar Borda ante la Asamblea de Izquierda Liberal. Octubre 19 de 1978. "Nos reunimos en esta Asamblea para señalar la línea política de la Izquierda Liberal en el futuro. No es un momento fácil para el liberalismo. Los valores y principios por los cuales había luchado nuestro partido desde su nacimiento y que le dieron vigencia durante tantos años y le ganaron el permanente respaldo mayoritario del pueblo colombiano, aparecen hoy comprometidos seriamente hasta el extremo de que, para muchos, aires de disolución se ciernen sobre la colectividad que conformara una de las fuerzas populares más poderosas de la América Latina. Sustituida la política de masas por la de maniobra en círculos cerrados, hemos visto en el proceso de los últimos años el distanciamiento entre el partido y su base popular. No es ello sorprendente para quienes desde hace años hemos venido reclamando un cambio fundamental en la estructura del liberalismo, que tienen que corresponder a un viraje programático que le devuelva su condición de vanguardia de las luchas democráticas y abanderado, como lo fue en sus mejores épocas, de los desposeídos, de los inconformes, de los disidentes, de los amigos de una transformación profunda que elimine las aberrantes distancias y las inaceptables injusticias que signan nuestra organización social, y no, como se ha venido convirtiendo, en el apoderado de los poderosos, en el representante político de los grandes grupos del monopolio financiero o del latifundismo, en el defensor de un orden tradicional caduco e inequitativo, en una palabra, en otro partido conservador".