
La famosa frase de Porfirio Díaz -«Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos»- ha sido válida en un momento u otro para todos los países de América Latina. EEUU ha sido siempre identificado con el Big Stick de Teordoro Roosevelt antes que con el benign neglect de los años 20 o la posterior buena vecindad de Franklin Delano Roosevelt. Y motivos nunca faltaron. Al comienzo de su primer mandato George W. Bush anunció el inicio de un «siglo de las Américas». Sin embargo, después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 América Latina fue relegada a un lugar secundario en la agenda de prioridades estadounidense.