Andrés Manuel López Obrador inicia su gobierno con la confianza popular pero en un clima político regional dominado por el auge de nuevas derechas. Con una coalición de gobierno diversa y contradictoria, se propone realizar la «cuarta transformación» de México. Su discurso, que agita a las masas y tiene carácter plebeyo, anuncia políticas que podrían desandar el camino del neoliberalismo. Sin embargo, sus propuestas son menos ambiciosas de lo que podría parecer. La coyuntura global no es económicamente favorable y las expectativas son muchas, quizás demasiadas.