La muerte de Alekséi Navalny en una remota e inhumana colonia penal expone, una vez más, el sistema de poder de Vladímir Putin. El destino del líder opositor más importante del país, del que aun no se conocen los detalles, se produce cuando falta tan solo un mes para las elecciones presidenciales y con la guerra en Ucrania como telón de fondo de un nuevo contexto político.