Durante los 90, el estado de Florida reemplazó a Nueva Jersey como la segunda concentración de inmigrantes puertorriqueños en Estados Unidos. La diáspora boricua en la Florida, donde los cubanos han predominado por décadas, permite repensar las identidades culturales en el contexto de relaciones interétnicas cada vez más complejas y ofrece una oportunidad única para examinar hasta qué punto está surgiendo una afiliación común entre los inmigrantes de América Latina. Este ensayo explora sus patrones de asentamiento, características socioeconómicas, Identidades raciales, incorporación política y prácticas culturales.La dispersión de la población boricua tiene consecuencias de largo alcance para las identidades de los inmigrantes, así como para su progreso socioeconómico.