Tegucigalpa. Paseo por la ciudad desolada
Nueva Sociedad 120 / Julio - Agosto 1992
Vivo en un paisaje donde el tiempo no existe y el oro es manso... R. Sosa Por muchos motivos esta ciudad mediterránea de un millón de habitantes población flotante, anillo de circunvalación de villas-miseria, pobres devaluados por las cifras oficiales, dos ríos, doce puentes, seis montañas, dos catedrales, treinta ermitas, trescientas sectas protestantes, un castillo de alquiler, cien socavones de oro abandonados, mil callejas, dos avenidas, cincuenta guerras civiles, quince gobernantes de a dos meses, un gobernante de a dos días, seis dictaduras militares, una tiranía de dieciséis años, dos ciudades gemelas y una democracia impuesta por los organismos internacionales de la usura merecería estar protegida como patrimonio de la humanidad.