Sindicalismo norteamericano: Garante del status
Nueva Sociedad 69 / Noviembre - Diciembre 1983
Los estudios comparados acerca de los sistemas políticos de las democracias occidentales generalmente enfatizan el carácter excepcional de la experiencia norteamericana con respecto al resto de los países capitalistas, particularmente los europeos. Un rasgo comúnmente citado de este \"excepcionalismo\" dice relación con el papel que el movimiento obrero ha jugado en el desarrollo del sistema. En efecto, mientras en las demás democracias capitalistas el fortalecimiento del movimiento sindical dio normalmente origen a expresiones políticas autónomas - partidos laboristas, socialistas o socialdemócratas - que inicialmente cuestionaron el sistema en su conjunto y luego evolucionaron hacia una representación corporativa de los intereses de clase, En Estados Unidos se da desde muy temprano una separación entre organización política y organización sindical, en que la última tiende a rechazar cualquier posibilidad de constituirse como fuerza política autónoma, y mucho menos a cuestionar los rasgos fundamentales de la organización económica del país.