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Justicia Agraria, la tierra para el que atropella


Nueva Sociedad 112 / Marzo - Abril 1991

En 1530 fue trasladado a la colonia brasilera el sistema enfitéutico por el cual la Corona portuguesa detentaba el dominio directo y concebía el dominio útil de la tierra. Contra este esquema, en la primera mitad del siglo XIX se levantaron los hacendados cafetaleros de los estados de Río de Janeiro y San Pablo. El proceso brasilero fue esencialmente diferente del modelo clásico. Mientras que en Europa hubo necesidad de ruptura entre la propiedad de la tierra y el capital, aquí, por el contrario, se dio la unión. A partir del golpe militar de 1964, se conoció la mayor aceleración en la concentración agraria simultáneamente con una notoria escalada de asesinatos de campesinos. Los poderes públicos siempre acreditan legitimidad a los latifundistas, determinando el initio-litis, la expulsión de los campesinos de la tierra que, a veces, secularmente ocupan. Sin un cambio estructural, para el Poder Judicial nada emergerá de innovador y compatible con la realidad contemporánea.

Justicia Agraria, la tierra para el que atropella
Este artículo es copia fiel del publicado en la revista
ISSN: 0251-3552
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