Movimientos-Partidos-Sindicatos
Comité de Organizaciones Socialistas Democráticas (EEUU)
Nueva Sociedad 55 / Julio - Agosto 1981
La revolución nicaragüense atraviesa graves problemas económicos. Si dicha crisis provoca un conflicto político, podría destruirse uno de los intentos más constructivos para lograr un cambio social en el Tercer Mundo. En mi reciente viaje a Nicaragua fue fácil comprobar que las acusaciones de que la revolución es stalinista son falsas. Bajo el stalinismo, no existiría una asociación de empleadores y mucho menos podrían sostener una rueda de prensa en la cual denuncian al régimen como stalinista como ocurrió mientras estuve allí. Sí pude participar en una serie de discusiones sinceras con la dirigencia sandinista. Los líderes gubernamentales no hicieron ningún intento por esconder la gravedad de la situación.
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Este artículo es copia fiel del publicado en la revista
ISSN: 0251-3552