Pese al sólido respaldo de la mayoría de la población, Evo Morales no logra garantizar la gobernabilidad y la paz social. La necesaria reivindicación y defensa de los derechos de los grupos indígenas ha derivado en un ataque discursivo a los valores de los grupos mestizos urbanos, que cada vez se sienten más excluidos y se sitúan en una posición de abierta confrontación. A la vez, la heterogénea composición de fuerzas que conforman el evismo –indígenas, campesinas, cocaleras, gremialistas, cooperativistas– carece de un eje articulador en torno de un interés económico común. Por eso, este trabajo retoma a Antonio Gramsci para argumentar que es necesario que el gobierno articule un discurso que permita generar una nueva hegemonía que incluya a los grupos urbanos que hoy no se sienten parte del proyecto de cambio del MAS.