Para que el MAS dé el vuelco que se necesita en su relación con las masas y, más en general, en la materialización de sus grandes líneas en los terrenos sociales concretos, es imprescindible que dé un vuelco correspondiente en su construcción como sujeto político. En la construcción del MAS como tal sujeto hemos tenido hasta debilidades muy importantes, ligadas a las que se han manifestado en la acción política que sobrepasa los marcos de la propaganda. Y si tales debilidades se mantienen en lo esencial, con variaciones de significación modesta, pese al reconocimiento que hemos hecho de ellas en numerosas discusiones de los organismos dirigentes, y pese a las flamantes decisiones adoptadas, es evidente entonces que el problema tiene una dimensión mayor que la que hemos llegado a vislumbrar.