Opinión
abril 2014

¿El futuro de Internet también se juega en Brasil?

Espionaje, privacidad, democracia, ciberespacio... Ahora que el Senado aprobó el Marco Civil de Internet, Brasil cuenta con la ley más avanzada del mundo en materia de Internet. ¿Por qué es tan importante el principio de la neutralidad de la red que asegura esa regulación?

¿El futuro de Internet también se juega en Brasil?

1. Después de más de dos años, el Marco Civil de Internet (MCI) finalmente fue aprobado en el Congreso brasileño. ¿Por qué es tan importante esta regulación y qué cambiará? Mientras en todo el mundo Internet está bajo el ataque de gobiernos autoritarios, agencias de vigilancia y corporaciones interesadas en mercantilizar completamente la red, el Marco Civil es una ley que pretende mantener las características básicas de Internet: la libertad, la diversidad y la neutralidad. Con la aprobación del Marco Civil, Internet seguirá funcionando tal como funciona hoy. En Brasil, el gran enemigo del Marco Civil son las empresas de telefonía, que quieren impedir que el principio de la neutralidad de red esté protegido por ley.

La neutralidad de red impide que los dueños de los cables y fibras ópticas por donde pasan los flujos de información interfieran en los paquetes de datos. Quienes controlan la infraestructura de la comunicación deben ser neutrales con respecto al contenido de las comunicaciones. Sin embargo, las operadoras de telefonía no quieren cobrar solo por la velocidad de acceso a Internet, sino que quieren cobrar también por el tipo de uso y aplicación que le damos a la red. Quieren transformar a Internet en una gran red de TV por cable.

Además de destruir el acceso universal que tenemos a la red, si se quiebra la neutralidad, las operadoras de telefonía tendrán el control de la creatividad. Hoy, cuando creamos una nueva tecnología, protocolo, aplicación o contenido para Internet, no tenemos que pedir permiso, ni a gobiernos ni a corporaciones. El Marco Civil, convirtiendo en ley el principio de la neutralidad, asegura que la lógica de la libertad no sea reemplazada por la lógica del permiso. Las grandes empresas de telecomunicaciones no podrán impedir el paso de los paquetes de datos de un protocolo o aplicación innovadora.

El Marco Civil fue aprobado recién por el Senado pero no era algo seguro. Cuanto más nos acercamos a las elecciones, más crece el poder de las corporaciones de telefonía, que en Brasil dominan el 8% del PIB (Producto Interno Bruto). Su fuerza en el parlamento proviene directamente de su capacidad de financiamiento de campañas electorales. 2. El tema de la privacidad y de la gobernanza de Internet apareció en la agenda internacional el año pasado cuando Edward Snowden filtró información sobre las prácticas de espionaje de la agencia norteamericana de seguridad (NSA). En el ámbito de las Naciones Unidas, Brasil y Alemania iniciaron enseguida una resolución sobre el derecho a la privacidad en tiempos digitales. ¿Qué se puede esperar de esas iniciativas? Espero que logremos organizar un tratado internacional contra la vigilancia masiva, contra la transformación del ciberespacio en sinónimo de ciberguerra, contra la recolección masiva de metadatos y datos de ciudadanos comunes. Las denuncias de Snowden, la filtración de la información de que la agencia de inteligencia británica GCHQ (The Government Communications Headquarters) grabó las imágenes de webcams y chats de miles de usuarios de Yahoo, demuestran que esos gobiernos consideran a todos los ciudadanos del mundo como potenciales enemigos.

Esa absurda inversión de conducta está llevando a la destrucción de los Estados de derecho. Espero que el encuentro de Net Mundial [Reunión Global de Múltiples Partes Interesadas sobre el Futuro de la Gobernanza de Internet] y el foro paralelo de la sociedad civil puedan avanzar en un propuesta para la desmilitarización de Internet.

La pacificación del ciberespacio implica que un conjunto de Estado nacionales se comprometa a actuar solamente con sospechosos y a no utilizar técnicas de Big Data y de Data Mining para monitorear la comunicación de todas las personas indiscriminadamente. Al igual que existen tratados de prohibición de uso de armas químicas, de reducción de armamentos nucleares, necesitamos un acuerdo internacional contra la destrucción del derecho a la navegación sin vigilancia, a favor de la privacidad y de la premisa de que debemos ser considerados inocentes hasta que se pruebe lo contrario. La militarización de Internet trajo a los rastreadores digitales de las agencias de inteligencia, de potencias como Estados Unidos y China, a la frontera de nuestras computadoras residenciales. Sin privacidad, sin navegación exenta de vigilancia, las democracias corren gran peligro.

3. Las reglas globales en general presentan un gran desafío para su implementación y monitoreo. Esto vale más todavía en un ámbito tan anárquico como el de Internet. ¿Cómo pueden ser aplicadas p monitoreadas reglas de este tipo en el mundo digital? Necesitamos un modelo de gobernanza de Internet que estructure múltiples instancias de poder con un foro de definición de líneas generales que sea multisectorial, no solo con la participación de gobiernos, sino también con la inserción paritaria de representaciones de la sociedad civil internacional, representantes de la ciencia y de las asociaciones empresariales. Si construimos una estructura de gobernanza distribuida, inclusiva y multisectorial, las reglas y protocolos de Internet tenderán a ser elaborados de modo compatible con la dinámica de la red y tendrán así mayores oportunidades de éxito en su ejecución.

Internet no es una red, es una red de redes. Las principales leyes de Internet son sus protocolos de comunicación. Ellos deben seguir siendo desarrollados de forma abierta, colaborativa y no propietaria. El ecosistema de Internet se basa principalmente en grupos técnicos que producen RFCs (Requests for Comments) que consolidan prácticas y determinaciones técnicas que deben ser seguidas por toda la red. Sin dudas, los desarrolladores de los protocolos de Internet no están más allá del bien y del mal, no están fuera del contexto histórico, ni mucho menos son neutrales, pero hasta ahora siguieron y crearon soluciones tecnológicas que han beneficiado las prácticas de libertad y diversidad.

Insisto en que el modelo de gobernanza debe ser compatible con la transnacionalidad de la red, con la posibilidad de una esfera pública interconectada planetaria y no con la subordinación de la red a los dictámenes de la lógica de confrontación y consenso entre naciones. Insisto en que el mejor modelo de gobernanza global será un comité de gobernanza global de la red formado paritariamente por representantes de gobiernos, de la sociedad civil, de la ciencia y de representantes empresariales. Algunos representantes deberían ser elegidos directamente por la red, en un proceso electoral transnacional.

* Profesor de la Universidade Federal do ABC (UFABC) y activista de Internet livre.

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