
Los reiterados síntomas de crisis dentro del sistema financiero internacional que se expresan a través de incertidumbres y angustias en cuanto a la deuda externa, comerico exterior, futuro inmediato del dólar y de la economía de los industrializados y el destino del Tercer Mundo; exigen a los políticos y economistas latinoamericanos un esfuerzo por vislumbrar posibles salidas, antes que se precipite el alúd, que muchos creen ver acumulándose.