Honduras, statu quo (226 / Marzo - Abril 2010)
Nº 226 — Marzo - Abril 2010

Honduras, statu quo

Cuando habíamos pensado que las asonadas militares, los presidentes democráticos detenidos y los exilios forzados eran cosa del pasado, el golpe de Estado en Honduras sacudió, sorprendiendo, a las democracias de la región. Anacrónico pero exitoso, tosco pero efectivo, el golpe perpetrado por los militares y apoyado por prácticamente todos los poderes constituidos, del Congreso al Poder Judicial y de la Iglesia católica a los grandes medios, fue la culminación de una dinámica de polarización y conflicto no muy diferente de las que se produjeron –y probablemente se seguirán produciendo– en otros países de la región. La diferencia, en este caso, fue la intervención militar exitosa, que puso en evidencia las falencias de una democratización incompleta y que dejó al desnudo las heridas de un país pobre y frágil.

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