Desde hace varios años la base social de los sindicatos sigue contrayéndose y sus vínculos con los demás actores sociales de debilitan por una serie de razones como la liberalización de las economías, la reestructuración del aparato productivo y del Estado, así como la globalización del comercio y de los flujos de capital. Al mismo tiempo son justamente los sindicatos los que siguen mostrando más sensibilidad que otros actores frente a procesos de deterioro social. Los ensayos de este número comprueban que el movimiento sindical sigue cumpliendo funciones importantes en la regulación de las relaciones laborales y que el discurso político que ignora al sindicalismo desconoce un aspecto importante de la realidad social del continente.
Nueva Sociedad
169
— Septiembre - Octubre 2000
Sindicalismo entre la exclusión y la conversión
(Nueva Sociedad 169 / Septiembre - Octubre 2000)
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Nueva Sociedad 169