La mayoría de los experimentos en integración y cooperación económica regional ahora en desarrollo en el mundo han estado pasando por períodos de persistente dificultad y esfuerzo. Las razones para esto son diversas. En algunos casos, la crisis económica internacional de los últimos años, que llegara a su nivel más alto por el aumento sustancial de los precios del petróleo después de octubre de 1973, ha provocado un giro hacia el proteccionismo nacional, en provecho de lo que es definido como el interés nacional propio. En estas circunstancias, los gobiernos sienten que es necesario romper las reglas de los mercados comunes de los cuales ellos forman parte, describiendo estas desviaciones como de naturaleza temporal. La suerte de los intentos de una armonización monetaria en la Comunidad Económica Europea son un buen ejemplo de esto.