El tema de la prostitución siempre está de actualidad y se inserta periódicamente en los medios de comunicación. Pero, ahora se trata de superar las banales noticias periodísticas sobre «la profesión más antigua del mundo» y las provocativas «bocas pintadas», reconociendo que la prostitución implica una problemática social íntimamente relacionada con las estructuras socioeconómicas y las ideologías patriarcales. Esta nueva percepción de la prostitución es evidente en las recientes investigaciones sociológicas sobre prostitución, en las apreciaciones históricas de la prostitución, en los testimonios de vida de mujeres que ejercen la prostitución y finalmente en las agendas de la militancia feminista. Actualmente, cuando la sombra del SIDA trae nuevos peligros y represiones, cuando surgen nuevas imputaciones contra las mujeres que han sido consideradas tan despreciables y a la vez tan indispensables en nuestras sociedades, hay reacciones de defensa por parte de grupos feministas que reconocen que la prostitución es «un símbolo de la condición femenina».