Este ensayo desarrolla las siguientes tesis: 1) Los "nuevos" movimientos sociales (MS) no son nuevos y los movimientos "clásicos" son relativamente nuevos, y tal vez temporales. 2) Lo que todos tienen en común es la búsqueda de la justicia y el rechazo de la injusticia, lo cual moviliza a los miembros del movimiento contra la pobreza, por la supervivencia y su identidad. 3) La importancia y la fortaleza de los MS es cíclica y está relacionada con largos ciclos político-económicos. Cuando cambian las condiciones que dan lugar a los movimientos, éstos tienden a desaparecer. 4) Es importante distinguir la composición de clase de los MS, los cuales son mayormente de clase media en el Occidente, populares y de clase obrera en el Hemisferio Sur, y algo de los dos en el Este. 5) Existen muchos tipos diferentes de movimientos sociales. La mayoría no busca el poder del Estado y la minoría que sí lo busca se niega a sí misma en cuanto movimiento social. 6) No obstante que la mayoría de los MS son más defensivos que ofensivos y tienden a ser temporales, son importantes (hoy y mañana quizás más importantes) como agentes de transformación social. 7) En particular, los movimientos sociales aparecen como los agentes y reintérpretes de la "desvinculación del capitalismo" de la "transición al socialismo" contemporáneos. 8) Es muy posible que algunos movimientos sociales tengan militancias superpuestas, o sean más compatibles y permitan coaliciones con otros movimientos. Es posible que algunos antagonicen y compitan con otros. Podría ser útil investigar estas relaciones. 9) Sin embargo, los MS, como el teatro callejero, escriben sus propios libretos - cuando lo hacen - en la medida en que avanzan. Cualquier receta, agenda o estrategia, para qué decir táctica, de parte de foráneos - para no mencionar a los intelectuales - resultan irrelevantes en el mejor de los casos, y contraproducentes en el peor.