De tarde en tarde, las agencias noticiosas nos informan del conflicto suscitado en torno a Belice, la última colonia que Inglaterra conserva en el continente americano mismo, que se ha visto impedida de lograr la independencia por encontrarse en peligro de ser invadida desde Guatemala, país que la reivindica como propia. Dadas las escasas líneas que los diarios les dedican, en Latinoamérica, se ignora tanto qué es Belice como quiénes son y por qué luchan los beliceños. Nada se sabe, tampoco, de los oscuros y encontrados intereses que parecen moverse a su respecto. Belice, sin embargo, es una nueva realidad en nuestro continente y los conflictos que a su respecto se tejan, han de afectarnos irremediablemente. De allí que ya sea hora de romper nuestra indiferencia para con esta nación hermana que reclama el derecho de autodeterminarse.
