Uruguay es un país pequeño para las dimensiones latinoamericanas, que enfrenta el reto de integrarse con dos \"gigantes\" (territorial, demográfica y económicamente): Brasil y Argentina. La constitución de una unión aduanera imperfecta -el Mercosur- alteró radicalmente las reglas de juego de su economía, obligando a sus empresas y a sus trabajadores a competir en condiciones nuevas y mucho más difíciles que en el pasado. Para muchos, la integración económica regional significa un desafío a la identidad nacional o, al menos, a la supervivencia de numerosas de sus actividades productivas. Para otros es también una oportunidad de dinamizar una economía de lento crecimiento.