El concepto de derechos humanos ha sido, tradicionalmente, objeto de una discusión político-ideológica cuyo escenario es la querella entre liberalismo y socialismo: por un lado, los derechos civiles y políticos, donde se encarna el valor libertad; y por otro, los derechos socioeconómicos, donde se encarna el valor igualdad. En el mundo moderno esa oposición puede ser leída como una relación de complementariedad; en la modernidad, la libertad no se sostiene sin tener en cuenta las exigencias de un mínimo de igualdad.