El artículo efectúa un balance general sobre el estado de las relaciones entre la Unión Europea y el Caribe. Es momento de aprovechar las instancias de alto nivel abiertas en las cumbres UE-ALC, para tratar de redefinir los marcos estratégicos de los vínculos. El Caribe debería considerar con audacia e imaginación el estado de las relaciones y proponer cambios en los acuerdos económicos existentes que permitan mejores posibilidades de desarrollo.