El sistema internacional durante la década pasada, ha experimentado cambios que probablemente continuarán dándose en el futuro y que han alterado fundamentalmente la estructura del sistema. El surgimiento de nuevas formas de asociación y alianza ha sido un factor crucial en este proceso. Alistair Buchan lo visualizó como una renovación del espíritu internacionalista que marcó el período inmediatamente posterior a la Segunda Guerra Mundial. En su opinión, las nuevas formas de asociación que emergen en el mundo de los países en vías de desarrollo son indicativas de la celeridad con que el Tercer Mundo participa en la responsabilidad del manejo global; reconocer sus esfuerzos para ampliar sus propias perspectivas de desarrollo es beneficioso para todo el mundo, tanto para los países del Norte como para los del Sur.