La inteligencia, por sus características, presenta ante el sistema democrático numerosos problemas y desafíos; sin embargo, constituye un auxiliar imprescindible de la conducción del Estado moderno. Según el análisis de los modos como distintos países han enfrentado estos desafíos, se plantea la posibilidad, en el contexto latinoamericano especialmente lo referido a la inteligencia militar, de un adecuado control y conducción acordes con los presupuestos democráticos.