El PT brasileño conquistó la alcaldía de la ciudad de Porto Alegre en 1989, venciendo en las elecciones subsiguientes. Este artículo intenta explicar este éxito -inédito en el país- a partir de la capacidad demostrada por el partido para establecer mecanismos de participación que integraron a varios segmentos sociales de la ciudad al proceso de gestión municipal. Una de las lecciones para la izquierda es que debe crearse un nuevo andamiaje institucional que dote a la gestión y a la sociedad civil de instrumentos, funciones y canales que permitan el control y la participación popular en el gobierno.