Jacinda Ardern, la primera ministra de Nueva Zelanda, es presentada como la nueva figura exitosa de la socialdemocracia. No se trata solo de su buen manejo de la crisis del covid-19, sino también de su plataforma de derechos sociales y de su lucha por la igualdad de las mujeres. Sin embargo, aún tiene serios inconvenientes políticos y podría no obtener un gobierno de mayoría en las próximas elecciones de septiembre.