La denominada «literatura light» deja salir sin trabas las políticas mercantiles de los conglomerados editoriales transnacionales. Por tal razón, no solo constituye un lugar privilegiado a la hora de considerar los significados, las prácticas y las formaciones que exhibe la narrativa latinoamericana en sus articulaciones locales y globales, sino que también ejerce una fuerte interrogación por los campos culturales que administran con diversos fines el concepto y el valor de la literatura, en un mundo donde el mercado capitalista avanza en su expansión e intensificación.