Al comienzo del año 1987, conviene intentar un examen acerca de la evolución de la crisis mundial, que se inició en julio de 1981 con la caída de producción en Estados Unidos y culminó en agosto de 1982 con la crisis financiera de México. Al constatarse la magnitud de la deuda externa y el peso que significaría su servicio, se hicieron muchas conjeturas acerca del futuro del sistema financiero internacional, se habló de depresión, crush financiero, etc. Ya han pasado cuatro años desde aquellos obscuros días, ¿se ha superado la crisis gracias a una recuperación generalizada?, ¿se ha mantenido estacionaria la situación de peligro?, o, finalmente, ¿se ha degradado la situación aún más?