El 26 de noviembre de 1989, los hondureños concurrieron a las urnas para elegir un presidente, tres «designados a la presidencia» (vicepresidentes), 128 diputados y 289 alcaldes. La campaña electoral estuvo envuelta en un clima de incertidumbre, denuncias de fraude electoral y tensión regional centroamericana: suspensión de alto al fuego unilateral, vigente desde marzo de 1988, en Nicaragua, y una fuerte ofensiva militar del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), contra el gobierno de El Salvador.