Las extremas derechas constituyen un mundo heterogéneo, que pone en tensión los marcos analíticos progresistas y se postula como el instrumento para enfrentar el statu quo. El «No pasarán» parece hoy insuficiente para frenar a estos movimientos. ¿Por dónde podría comenzar el rearme progresista en este contexto de gran confusión política e ideológica?