La llamada "teoría de la dependencia" surge de la necesidad de explicar el subdesarrollo latinoamericano desde una perspectiva teórica marxista, contrapuesta a las teorías del crecimiento elaboradas en los países centrales y asimiladas, en cierta medida, por instituciones regionales latinoamericanas como la CEPAL y otros centros académicos del área. Como toda nueva corriente de pensamiento social, los trabajos de los dependentistas siguen una trayectoria explicativa de la historia y realidad latinoamericanas con bastante incoherencia y con muy poca articulación entre los elementos conceptuales que plantean como opción teórica. En consecuencia, aparecen muchos altibajos que no es el caso de criticar, uno por uno, porque todos ellos se encuadran dentro de una misma limitación teórico-metodológica a la que nos referimos más adelante. Tampoco sería oportuno criticar a los trabajos o posiciones más vulnerables de los teóricos de la dependencia, sino más bien aquellos estudios que se consideraron en cierto momento como "los más acabados" del pensamiento marxista latinoamericano y que aún siguen ocupando un lugar destacado en la literatura social de América Latina.